domingo, 8 de noviembre de 2009

Mis plegarias

Nací bajo el lecho de una familia 100% católica. Mi abuela Aleja, la abuela que más quiero –pues es la única que tengo- tiene una magnífica relación con Dios y todos sus secuaces: La virgen, el barbudo y todos los santos –menos Juan Manuel, pues con todo esto de los falsos positivos mi abuela lo sacó del llavero-.

Según entiendo, mi abuela se le ha entregado no en cuerpo pero si en alma a Dios. Todos los sábados va a misa, colabora constantemente con la iglesia, en semana santa dirige un poco de actividades y por supuesto todos los curitas la adoran –no sé qué tanto-. Pero no me preocupo, entiendo que les gustan los niños, no las viejas como ella. Aun así, prometo estar más pendiente-. Sin decir que mi abuela es la sensación aquí en el barrio y sus alrededores, todo el mundo la conoce, saben donde vive, quienes son sus hijos y sus nietos, tampoco se me haría raro que sepan de la existencia de este blog, y aquí, pensándolo bien, este humilde blog tendría un poquito de éxito si se llamase ‘El nieto de Aleja’.

Decía que las viejitas esas me distinguen, pero ellas creen que me conocen. Como yo no las conozco a ellas, ni me interesa conocerlas –solo a las que tienen nietas presentables-, yo no las saludo. Me da risa ver esa cara de ponqué que ponen cuando ven que se van a encontrar conmigo, yo me hago el loco y cuando nos cruzamos solo las miro de reojo para ver como esa cara de ponqué se convierte en menos de un segundo en una de total decepción.

-ayy Julián, el nieto de Aleja no me saludó –deben de pensar las pobres

Yo no las saludo por mala gente, o tal vez sí. Pero principalmente, no las saludo porque ellas en sí no me quieren saludar, no piensan: ‘ay que chimba saludar a Juli’ no, ellas pretenden saludarme para decir: ‘huy saludé al nieto de Aleja’ me utilizan para incrementar su autoestima, para caerle mejor a mi abuela, y no, no pienso seguirles el jueguito, no estoy para que me utilicen –viejas morrongas-.

Hablo de mi queridísima abue porque últimamente he estado igual o más creyente que ella, he rezado todo lo que no he rezado en mucho tiempo.

Mis plegaria principalmente están dirigidas al Dios de la Investigación, y aunque sé que tal vez no es el mismo al que le reza mi abuela, se que este si me está escuchando. Por ahora mis rosarios, mis padrenuestros, mis ángeles de la guarda, mis credos están dirigidos a este personaje. Próximamente se dividirán entre el Dios de los detergentes, de la fotografía, el de la ética, el de los impresos y a ese tal Mr. God

Pero concentrémonos en el que me tiene más jodido, el que me ha hecho pasar por el apocalipsis sin ni siquiera haber conocido el génesis: el de investigación, no cualquier investigación, sino el de la investigación III

Dejando las sandeces a un lado –cosa que me hace muy difícil- me voy a referir a Dios como un único Dios.

Rezo por mí, por Matiu y por Sergio para que los tres pasemos la materia y nos enrumbemos tres días seguidos. La enrumbada en proporcional a la nota, si sacamos 3.0 –cosa que sería lo máximo- festejamos tres días, si sacamos 4.0 pues cuatro días –pero eso es imposible-. Vale aclarar que la enrumbada contará con material femenino, para que no hayan malos entendidos. Están cordialmente invitados.

Rezo para que a mis compañeros de Construcción de Marca les vaya bien en el final. Pero no tanto como a nosotros para que así Pao, Cata y yo nos ganemos la licitación. Aprovecho para enviarle un saludo al ticher Rodrigo, quien no se pierde una columna.

Rezo para que Rodrigo Ramos, mi profesor de ética, cambie de chanclas, para que bote esas modelo Jesucristo que tiene y se compre unas un tanto más modernas, y en lo posible, que se abstenga de dejar sus dedos al descubierto. O sea, que siempre se ponga zapatos. En el calzado El Zar hay unos baratísimos profe, yo veré.

Rezo para que ética me quede bien alta, ya que así puedo contrarrestar la nota Investigación, y lograr el promedio que me exige don Carvajal para seguirme colaborando en el estudio.

Rezo para poderme recuperar rápido del pie, para así poder seguir jugando en el torneo que organiza don Carvajal.

Obviamente rezo por la salud de mi familia; de mis amigos, de mis no tan amigos; de los que me quieren mucho, de los que no me quieren tanto, de los que me quieren poco, muy poco; y por la salud de mis desocupados lectores.

También, ohh padre omnipotente –seria más divertido si fuera ovni potente- te pido para que le consigas algo para hacer a mis lectores, para que dediquen su tiempo en algo productivo y no lo mal gasten en cuanta desfachatez publique este servidor. Mejórales el gustico, haz que lean algo productivo, algo que de verdad les sirva en su diario vivir, que se yo. Que lean a Faciolince, a Willy Ospina, a Claudia López, a Daniel Coronell, a Jaimito Bayly, a María Jimena Duzán, y obviamente a mi buen amigo Daniel Samper Ospina –solo por mencionar a unos pocos-.

Para mis lectores de tipo exportación no tengo ninguna sugerencia, pues a pesar de ser este un blog internacional, su humilde creador es más criollo que cualquiera y a la única autora que ha leído es a Stephany Meyer.

Para no alargarme tanto, solo quisiera pedirte que haya muchas temporadas más de Dr. House, que los de El Tiempo dejen de ser tan regalados con el gobierno, que a Chávez y a Correa les dé una diarrea bien hijueputa, que mis compañeros y yo ganemos todas las materias del semestre, que aparezca un candidato digno para tomar las riendas de este país, que los pelados de la sub 17 ganen el mundial, que me contraten en una agencia de publicidad, que por el bien de los colombianos el padre Chucho se retire de la televisión, que me gane el Baloto sin nisiquiera jugarlo y que Carolina Cruz deje a Lincoln y se vaya a vivir conmigo.

Quedan muchas cosas por decirte padre misericordioso pero entiendo que estas muy ocupado recibiendo las suplicas de los hinchas del América para que su miserable equipo prospere.

Y para la próxima vez que queras hablar conmigo no me timbres, gástate el minutico hombre. Quedamos pendiente de aquello que te dije la otra vez. Yo veré

Amen

No hay comentarios:

Publicar un comentario