jueves, 17 de septiembre de 2009

Don ético

Un saludo muy especial para @caesmemi... tu followersecreto

Al empezar la semana, me sentí un poco diferente, como renovado, algo raro había pasado en mí. Y no es por que me haya convertido a una religión extraña ni nada de eso -bueno, en sí todas son extrañas-; por mi lado, yo sigo siendo un… como decirlo… aunque el camibuso de mi colegio decía 'salesiano', no me siento como tal… yo soy algo así como… a ver, a ver… pues en facebook en el espacio de religión puse: dudas católicas; pondré católico a secas cuando la iglesia y mi abuela –o alguna de las dos- acepten que Jesús machucaba con María Magdalena, no pido más, solo eso.

Ahh ya, decía que me sentía raro porque me tocó terminar de bañarme con agua fría, pues, no se porque no subía la caliente, me dio una piedra… ¡y un frio!

A regañadientes y sacando la valentía que tengo escondida por allá entre mis huesos logre terminar de enjuagarme.

Al salir de mi hogar tomé la repentina y no tan buena decisión de salir a la autopista a coger el Blancoynegro -después les contaré esa historia.

Muy a las nueve de la mañana Salí feliz de investigación hacia el salón de ética, no feliz porque iba para ética, sino porque había salido de investigación. Aunque aquí entre nos, debo confesar que me gusta ir a ética, el profesor es hasta chévere –no le vayan a contar que dije esto porque después se sube el hombre-, a pesar de ser ética; de que hay un par de personajes que mantienen hablando cosas incoherentes, o por lo menos para mi; a pesar de que se tocan temas poco interesantes, por lo menos para mi; y de que poco sé de Platón, de Aristóteles y todos sus secuaces. A pesar de todo eso, el profesor hace que la clase sea un toque amena; él y un par de amigos con los que me rio todo el rato; él, un par de amigos con los que me rio todo el rato y los otros quienes participan de la clase con aportes que a mi ignorancia y a mi nos da mucha risa.

Ya que lo veo así, me doy cuenta que me encanta la clase de ética.

Los lunes me toca en un segundo piso, cuando empecé a subir las escaleras, vi que una compañera bajaba. Aunque se me hizo muy extraño, no pensé que se debiera a algo raro. Cuando llegué al salón y vi que teníamos que ir a un auditorio para asistir a un foro, lo primero que pensé fue: vieja tan chimba, me hizo subir para nada.

Como soy un chico que sabe perdonar –en ocasiones-, me dirigí hasta el dichoso auditorio haciendo como si nada hubiera pasado.

Al llegar, inquieto por saber de que trataba el foro, fui hasta donde estaba el profesor

-y que profe ¿de que es esta recocha, foro que diga?
-de la dosis personal, de la legalización de la droga- me respondió
-¿Que? –dije yo, pues guardaba la esperanza de que fuera de algo más interesante, como debatir si Laura Acuña debería o no llorar en televisión, o que si el Dr. Afanador debería o no presentar muy buenos días, cosas así.
-si, sobre droga –me dijo
-bueno profe, si vamos a hablar de prohibiciones ¿por que no hablamos sobre prohibirle jugar futbol al pipa? Mire que es por su bien (el de él) no vaya que vuelva a hacer un gol de chimbazo y le de un patatús en la celebración.

No me hizo caso y me mando a sentar.

Allá, sentadito yo, muy juicioso, aguardé hasta que les diera por iniciar el foro –estaba que me foreaba.

De repente un man cogió el micrófono

–ve, vino kraken a cantar –le dije a mi amigo Mateo
-no, ese no es ningún kraken
-ahh ¿Martin de Francisco entonces? –seguí
-no loco -ese es un profesor de la U
-¿del partido de la U?
-no huevon, de la U, esta U

Ya me iba a salir, pues ese partido me gustaba solo porque estaba Gina Parody.

Al iniciar, lo de siempre, un profesor expuso argumentos a favor, otra profesora los expuso en contra, y cuando acabaron, permitieron que los alumnos dieran su punto de vista.

-el primero sale con algo de Platón, la madre si no –pensé en mi exterior, o sea, quise pensarlo pero termine diciéndolo. Me pasa muy a menudo.

No acababa de pensarlo –decirlo- y ya había pasado. Aunque no dijo nada de Platón, fue peor, salio con una vaina ahí que ya le había escuchado a Benedetti, Armando Benedetti.

El mansito ese dijo que no podían prohibir la dosis mínima, que por que ser drogadicto es una enfermedad. Por ende, si esa es la idea, que deberían de prohibir el azúcar para los diabéticos, los chocolatines para los gordos...

-y el papel higiénico para los que tienen hemorroides –complemente yo

Las otras intervenciones fueron de lo mismo, un vaivén de argumentos poco interesantes -por lo menos para mi- porque otros estaban en su salsa, no creían en nadie participando y citando frases de sus autores favoritos.

Algo que me pareció particular fue que cuando comenzaban a hablar, la gente decia primero su nombre.

-buenos dias, yo soy Víctor Mallarino –es un ejemplo- y opino que... blablabla –se regaban a hablar de un poco de cosas ahí.
-buenos dias, mi nombre es Diego Motta –otro ejemplo- me pueden decir pillo y yo pienso que... blablabla

No entiendo por que lo hacían, si no nos interesaba lo que decían –a la mayoría-, mucho menos nos iba a importar sus nombres.

De repente, se me ocurrió la idea hacer una pequeña intervención, todo sea por el blog –pensé yo- pues mi intención era pedir el micrófono y decir que tenia un blog, que se los recomendaba; no se, algo así en aras de que supieran del blogsito.

Así pues, con el corazón acelerado y las bolas en el cuello, levante la mano y me trajeron el micrófono.

1, 2, 3 probando probando –eso lo hice en la mente, tampoco soy tan boleta

-ehh buenos días –dije- por razones de seguridad no voy a dar mi nombre -cambie de decisión, creí que no era el mejor momento para hacerle publicidad al blog.

De inmediato, en todo el auditorio lo único que se oyó fueron carcajadas

Yo lo dije sarcásticamente para parodiar las intervenciones anteriores, no para dármelas de importante ni nada de eso.

Ya con la mirada de todos lo presentes sobre mí, seguí con mi humilde intervención.

-bueno, la verdad es que soy muy ajeno al tema –seguí mientras me intimidaban las miradas de los asistentes, es que soy muy tímido- pues como no soy ningún soplete, ni me va ni me viene si prohíben la dosis personal o no. A lo que no puedo ser ajeno –proseguí- es a imaginarme este país con una eventual legalización de la droga, pues, como muy bien lo han denunciado ‘séptimo día’ y mi parcero Pirry –si, él es amigo mío, aunque aún no lo sabe- en Colombia, sobretodo en Cartagena, se ve lo que ellos han denominado ‘narcoturismo’: que es que los gringos y europeos vienen a Colombia a drogarse y a comerse a las negritas, con todo el respeto –me toco decir, porque no había acabado de decir ‘negritas’ y ya una compañera afro descendiente me había mirado como un culo.

Y si eso es así ¿Cómo seria cuando la droga sea legal? Sin lugar a duda este fenómeno se incrementaría notablemente. Cosa que no es tan grave, pues la economía del país aumentaría y la población mejoraría un poquito –porque no nos digamos mentiras: una cosa es un hijo entre dos negritos, y otra, muy distinta, es un hijo entre un europeo y una negrita- así bien, hay que verle el lado positivo a todo.

-por eso –seguí diciendo- desde mi ignorancia no puedo decidirme hacia una postura definida, pero si me inclino hacia la No Legalización. Es que no me imagino en pleno centro la gente ofreciéndole un cachito a uno, si son así de intensos con los tenis ¿Cómo serán vendiendo droga libremente?

Con eso terminé y de inmediato otra oleada de aplausos, no creía en nadie, y es que no era para menos: había hecho la mejor intervención de la mañana, aunque como todas, ésta tampoco sirvió para nada, pero bueno, al menos se rieron.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Cosas que pensé mientras veía el partido de Uruguay

· ¿Por que Viafara y no Zúñiga?
· ¿Por que Ramos y no Marín?
· ¿Por que Viafara no piensa?
· ¿Por que Guarín siempre se quiere meter por donde no cabe? Si fuera calvito de pronto, pero con ese greñero…
· ¿La canción favorita de Viafara es ‘la casa en el aire’? porque todos los balones los tiraba allá
· ¿Por qué el árbitro es Andre Agassi?
· ¿Por que el juez de línea parece un círculo?
· ¿Por que los de caracol se empeñan tanto por cantar los goles del contrario con el alma?
· ¿Por que los de amarillo se dieron cuenta tan tarde que teníamos uno de más?
· ¿Por que Lara nunca se dio cuenta que teníamos uno de más?
· ¿Sabia Lara que los de Colombia eran los de amarillito?
· ¿Por que los comentaristas siempre saben como ganar el partido?
· ¿Por que lo dicen después de haberse acabado el partido?
· ¿Que le habrá dicho Lara a Teo?
· ¿Quien le enseñó a hacer tacos a Viafara? En si ¿Quién le enseñó a jugar futbol?
· ¿Por que no convocan al pipa? Al menos haría la concentración mas amena, concentración entre comillas, porque ¿Quién podría concentrarse viendo al pipa?
· Cuando los de caracol juegan a ser técnicos ¿Quién gana?
· ¿Lara también juega?
· ¿Alguien amamantó a Amaranto?
· ¿Quien le puso ‘miñia’ a armero?
· ¿Jugaría igual Jackson si se llamara Luis?
· ¿Y si le diera vitíligo? ¿jugaría más?
· ¿Seré hijo de Giovanny Hernández? Porque el talento es el mismo
· ¿perder es ganar un poco? ¿Qué tanto?

martes, 8 de septiembre de 2009

En busca de Javier

'cita con Sergio' crónica de elhijodeyaneth (o sea yo) destacada en http://www.soho.com.co/Home.aspx

Si usted le pregunta a un universitario como le pareció la semana que pasó, este sin duda le dirá que fue para el olvido, de las peores que le ha tocado en los últimos meses. Todo por una simple -no tan simple- razón: primeros parciales. A eso súmele que ésta crisis está bastante económica, que el calor de ésta ciudad se vuelve cada vez más insoportable, y uno que otro problemita que nunca falta.

Esta columna –ohh mai gad, eso son palabras mayores, que pena dar tanta lora pero es que aún no me acostumbro. Si antes no creía en nadie diciendo que tengo un blog, ahora menos que digo que soy columnista, así sea de mi propio blog- no es acerca de los parciales, aunque muy pronto los sorprenderé con un manualcito, manualsito o manualito -no se como se dice, el caso es que es un manual chiquito- de cómo prepararse para un parcial, tan efectivo como el que hice del MIO la vez pasada, el cual ya se que lo están aplicando.

El caso es que esta columna, o crónica, mejor columna, aunque se van a dar cuenta que es crónica, pero columna da mas contundencia, pero en sí es una crónica… bueno, digamos que es una crónica en una columna o algo así, llámenla como quieran.

La palabra publicación resumiría todo, pero no, me resisto a bajar de columnista a ser de nuevo un publicador de blogs.

El pasado domingo me pasó algo muy curioso, me levante muy temprano, a eso de la 1:00 pm, desayulmuerce y cuando ya me disponía a bañarme, sentí esa sensación como que de algo me faltaba.

Yo era: ¿ohh que será, que será? Todo parecía estar en su orden, pero aun así, no me sentía completo. Pensé que era el futbol, pero el torneo de Carvajal ya se había acabado y el paisa no me volvió a llamar para jugar con el equipo del papá. También, que era el oficio, pero el aseo ya lo había hecho.

-seguro es algo del estudio –llegue a pensar, pero no soy muy bueno mintiéndome a mi mismo, por eso descarté de una esa posibilidad.

Después de tanto echarle cacumen a la vaina, recordé que esa extraña sensación era por que no había comprado El Espectador. Como era posible que se me estaba olvidando ir por ese periódico después de haber esperado tanto a aquel domingo. La razón: volvió el juego ’¿donde esta Javier?’, y es que como cosa rara, a mi ya se me había olvidado comprar el primero que salió. Así que no me podía quedar sin el segundo.

Muy a las tres de la tarde y con el calor característico de este horno de ciudad, salí en busca de El Espectador.

Primero fui a la tienda de la esquina

-señora ¿tiene El Espectador?
-¿Cuál?
-El Espectador –creí que había hablado bien claro, igual le repetí
-espere veo –me dijo- ahh si, El País
-noooo, El E-s-p-e-c-t-a-d-o-r! –con semejante calor, y esta cucha haciéndose la sonsa
-ahh no, ese no

A una cuadrita hay otra tienda, así que fuí hasta allá

-doña socorro ¿tiene El Espectador?
-no
-a bueno, gracias –ojala todas fueran así de practicas

Otra cuadra más allá hay otra tienda, donde ‘atiende’ un man con pura cara de puño -al comienzo pensé que tiene ganas de estornudar, pero después comprendí que es que el mansito es así.

-Viejo ¿tenes El Espectador?
-¿Quién es ese? –me dijo
-ehh… gracias

No le respondí como acostumbro porque no es mi estilo buscarme dolores chimbos. Seguí mi travesía y fui a otra tienda que queda como a dos cuadras, donde tampoco vendían El Espectador.

Cansado de caminar se me ocurrió la brillante idea de ir a la fija –eso pensé yo- y me pegue el viajado hasta a Mercar, el supermercado aquel que queda en la galería, obteniendo otro no como respuesta. Se me hacía imposible que en ningún lugar vendieran al viejo Espectador.

Desilusionado volví a mi hogar y llame al ‘fi’ (se lee fai, si no sabe quien es, lea ‘cita con Sergio’ ahí lo mencioné) –uff ¿si ven como los engancho?- pa’que me llevara a algún semáforo a comprarlo, no me podía quedar sin buscar a Javier.

Primero fuimos a Olímpica, donde tampoco lo vendían. Eran como las 3:30 pm y los voceadores por ningún lado, cosa que me parece el colmo, esta crisis bien económica, y estos muérganos con horario de gerente pues, no no no, a trabajar, a trabajar.

Al fin fuimos a un quiosquito de esos donde el 80% de las cosas que venden son revistas de porno –ay no se hagan, ustedes saben de cuales, o si no, pregúntenle al padrecito de su iglesia, ese lo asesora mejor que cualquiera.

-amigo ¿tiene El Espectador?
-si claro
-¿y trae a Javier?
-mijo, Espectador sin Javier no es Espectador –salió filosofo y todo el cuchito ese
-ok
-lleve el de hace ocho días –me dijo el Fi
-¿tenes el de hace ocho días? –le pregunté al viejito
-si
-¿y trae a Javier?
- mijo, Espectador sin Javier no es Espectador
-ahh verdad

Me fui pa’ mi casa feliz de haber obtenido lo que quería, y por partida doble, si creí que conseguir el de ese domingo iba a ser difícil, pensé que conseguir el del pasado iba a ser imposible.

Al llegar al hogar, con marcador en mano me dispuse a buscar al viejo Javi, quien estaba bien escondido el hijuemadre ese, casi no lo encuentro, con decirles que me quemé ahí la media neurona que me quedaba.

Cuando lo encontré, a él y a 21 pistas más, me dio dizque por leer los términos y condiciones del concurso, encontrándome con que este no se puede enviar sino, hasta el siguiente viernes correspondiente al domingo de cada publicación, o sea, perdí los 3 mil pesos del primero, y mi media neurona la invertí pa’nada. Lo peor es que el viejo ese no me dijo nada. A este me lo marraneo y le vendo El Espectador anterior sin decirle nada –pensó él

Viejo marica