jueves, 24 de diciembre de 2009

Un matrimonio muy Rosa

-¿Juli, va a ir al matrimonio de Rosa?

-¿Se casa la pantera? ¿Pero cómo? ¡Si hace nada ni se sabía su sexualidad!

-Cual pantera ni que nada. Rosa: la que le ayuda a su abuela con el aseo.

-Ahh Mami, haberlo dicho antes, o sea que Rosa la de la casa se casa. ¡Qué bueno!, bien por ella -mal por él-, lástima que no pueda ir.

-¿Cómo que no? Ni siquiera sabes qué día es.

-Bueno, preste a ver.

Me pasó la tarjeta de invitación, pero como era de suponerse: no le presté mayor importancia y la dejé por ahí.

Unos días más tarde, un sábado para ser mas especifico, mi casa estaba un poco rara: Rosa no había venido (la abue vive en el 1er piso de la casa mía de mi mamá), doña Yaneth y mi hermana iban de salida y yo me levanté más temprano.

-¿hey hey hey, ustedes pa’ donde van?

-Donde Ángela –me respondió mi hermana.

-Cual Ángela ¿la estriptisera de aquí a la vuelta?

-No, esa es Lina. Para donde Ángela, la de las uñas –volvió a decirme

-¿Cómo así, es que hay una Ángela sin uñas? ¡Pobre!

-Si es bobo ¿no? Vamos a arreglarnos las uñas.

-Ahh y ¿Pa’ qué? Ni que hoy fueran a un matrimonio –les dije

-Pues sí, hoy se casa Rosa ¿usted al fin no va a ir?

Me quedó sonando la idea ¿Qué es lo peor que pueda pasar? ¿Qué sirvan lechona? ¿Qué rifen la cabeza de la lechona? ¿Ganarme la cabeza de la lechona? ¿Qué se enamore de mí una lechona? Peores cosas me han pasado. Y cuando mi cuñado me preguntó que si iba a ir, al ver que sus ojos me decían: Juli no me dejes solo. Tragué saliva, tomé fuerza de donde no la tengo y sin ser consciente en lo que me estaba metiendo, no tuve más que decir que sí, que si iba para el dichoso matrimonio.

Afortunada o infortunadamente –ya ni se- no tengo que pasármela más de dos horas metido en un ‘salón de belleza’ para verme bonito –no porque ya lo sea, sino porque no hay caso; el que es
bonito es bonito, y el que no: le toca crear un blog-.

El día pasó rapidísimo, en un momento estaba viendo a la negra Candela y cuando menos pensé ya estaba tratando de adivinar las respuestas de ‘¿Quien quiere ser millonario?’. Si, ¿no lo han hecho? Yo llego, pongo cara de serio y digo: ‘esa es la B, si Paulo, última palabra’. -Me meto tanto en la película, que cuando Laserna dice: ‘vamos a comerciales’. Yo cojo y me voy al centro comercial más cercano-.

De repente, en medio de la tanda de chistes del ‘Polilla’ sonó el timbre de la puerta. Una vez, dos veces, tres veces.

-¿Ahh es que no hay nadie que abra la puerta? –gritó mi mamá

Con semejante grito no tuve más que salir corriendo y abrir la puerta. –no por el regaño, sino porque esa era la oportunidad perfecta para llegar a ser alguien, por fin-.
Era mi vecino, él también estaba invitado y vino junto a su esposa para llevarnos donde era el famoso jolgorio.

-Buenas Don Álvaro –lo salude

-Jaa ¿Y usted porque no está listo?

-¿Listo pa’qué?

-¿Pa’l matrimonio? –me dijo

-Noo, si yo estoy muy joven, como se le ocurre. Yo sí me quiero condenar, pero no tan rápido.

-Ay mijo, para IR al matrimonio. Camine los llevo.

-Bueno, pero deme una esperita de diez minutos.

Esos diez minutos en mi reloj –y en el de muchos- significan media hora.
Don Álvaro, quien sabe perfectamente lo que significa ‘diez minutos’ tomó asiento y esperó pacientemente.

-Vea, usted porque está corriendo –me dijo mi hermana

-Porque don Álvaro me está esperando

-¿Para qué?

-Para ir al matrimonio

-Ay, dejen la fiebre ¿por qué van tan temprano? –eran las 9:45 de la noche y ‘estaba temprano’, así es ella

-No, pues si fuera por mí llegaba cuando estén sirviendo la comida

Mi propósito era ese: ir a canalear trago y comida.

-¿Por qué no se va con nosotros? –me dijo mi hermana refiriéndose a ella y el novio

Le dije que no, que si algo había aprendido de mis exnovias era ser gasolinero, aprovechado e irme con el mejor postor –materialmente hablando- sin importar las consecuencias. Y en este caso, don Álvaro cumplía con todos lo requisitos, es decir: era el del carro. Y yo me iba a ir importándome un pepino si me tocaba en el baúl o en la llanta trasera.

Ella insistió, me dijo que los acompañara, que no me fuera todavía, que la casa sin mí no es la misma –tal vez no fue tal cual como lo dijo, pero yo sé que así es- que igual era ahí no mas y que la caminada no era tan larga.

-¿Cómo así? ¿Acaso donde es? –le pregunté

-Aquí, en el salón comunal del barrio

-¿Pero si aquí no hay salón comunal? A duras penas pusieron un local de DMG

-¿Cuál DMG? Por aquí no hay nada de eso

-Claro que si –le dije- algunas personas le llaman parroquia

Con una singular alzada de ceja me dijo bobo y siguió:

-El caso es que va a ser ahí en la escuelita, es que eso de día es escuela y en la tarde salón comunal

-¿Y de noche qué? ¿Club de estriptis? ¿Acaso es ahí donde trabaja Lina?

-No sé, ni me interesa –me dijo algo molesta

-A mi tampoco –le dije- ya estoy hastiado de esos shows, y eso que me los hacía gratis. Lástima
que la fama cambie a la gente –me lamenté

Al caer en cuenta que eso era ahí no mas, como a seis cuadras de mi casa, decidí quedarme e irme con mi hermana y mi cuñado caminando. Ya se imaginaran la cara que hizo don Álvaro cuando le dije, después de tanta espera, que gracias pero que yo me iba mas tardecito.

Mamé gallo un ratico, vi televisión, me bañé, me vestí y puse a mi hermana a que me planchara la camisa. Bueno, no la puse, ella se ofreció amablemente después de que le ordené. –apropósito: que mal planchas Yuceth, apréndele a mi mamá-.

Si hay algo peor que ir a una fiesta a la cual no quieres ir, es ir y llegar en aquel momento en el que la gente no está bailando y absolutamente todos se dan cuenta que tu llegaste.

Hice aquella sonrisa hipócrita que me caracteriza, alcé la mano derecha y como quien no quiere la cosa saludé a todos los asistentes.

Para colmo de males, mi mamá, don Álvaro y su familia estaba al fondo del lugar.

Llegué, me senté y no mi mamá no se hizo esperar diciendo:

-¿Vea, saludó a doña no-se-quien, a don no-se-qué-cosa?

-Mami, saludé a los que quería saludar, suerte con los otros

La fiesta transcurría y yo no encontraba con quien bailar. O sean, no me malinterpreten, lo que pasa es que yo conquisto bailando, de resto, el bailar para mí no tiene más sentido.
Por ahí bailé unas cuantas con mi hermana, pero poquitas. Ella sabe que no me gusta de a mucho bailar con ella, Yuceth escucha el sabor de los timbales y se enloquece: baila rarísimo, pero baila excelente.

-Te saqué única y exclusivamente para analizar el panorama –le dije

-jajaja ¿Y eso? ¿Vas a escribir acerca de esta eventualidad tan popular?

-¿Popular? ¿Por qué les decís así? yo lo llamaría más bien un foforro con ambiente ‘Qhubo’

Para mis lectores internacionales, el ‘Qhubo’ es un periódico amarillista de acá de Cali, vale como $700 y su segmentación es bastante popular. Es para lo que a los americanos viene siendo el ‘Hello’ o para los Italianos el ‘Bonyorno’.

-Venga madre no se me acelere –le dije a mi hermana- mire que después se me desbarata y hoy no traje los planos para armarla, bailemos suave mejor.

Se acabó la canción y fui a sentarme, cada vez que sonaba un disco me hacia el loco para que nadie me sacara, entre ellas mi mamá.

-Bueno, quien va a bailar conmigo –decía doña Yaneth

-Vea Mauro, a bailar con la suegra

El pobre de mi cuñado no hacía más que pararse y bailar con mi mamá.

Por mi parte, yo cogí la botella y me comencé a pegar mis buenos guaritos.

-¡Ay Rosa! –grité

-¿Para que la llamas? –me preguntó mi hermana

-¡Mírala!, la pobre está arrastrando el mantel de la cocina

-Deja de ser tan bobo ¿Cuál mantel? –me corrigió- no ves que así es el vestido

Después de eso seguí pegándole al guarito, baile un par de canciones más y me puse a esperar la comida.

-¿Ve y el negro –como cariñosamente se le dice- por qué esta tan contento?

-Porque se acaba de casar –me contestó mi hermana

-¡Por eso mismo! ¿Por qué esta tan contento?

Ella volteo la cara y no me puso atención.

El matrimonio siguió su rumbo: música pa’ viejitos, manes ya borrachos y la famosa tirada de ramo.

-jaaaa, la cosa es con tirada de ramo y todo. Solo falta que la comida sea lechona y se completa el cuadro –pensé en voz alta

-Por si no te has dado cuenta: ya están sirviendo la comida y si, ¡es lechona!

¿Qué? Yo que solo había ido por la comida, ¡y me salen con lechona! Yo si soy de malas.

No tengo nada en contra de los matrimonios con lechona, si el negro se casó con Rosa es problema de él. Lo que pasa es que yo no como lechona en ninguna de sus presentaciones.

-Ve Yuceth ¿sabes qué? Anda por ese ramo y nos vamos de acá

-Ve ¡que tal este!-me dijo- yo que voy a estar yendo por ese ramo, que boleta.

-Bueno no vaya, pida su comida y vámonos pa’ la casa

Efectivamente pidió su comida; nos despedimos de mi mamá -ella se quería quedar otro ratico- y nos fuimos pa’ la casa. Al salir, todos nos vieron con cara de ‘indio comido indio ido’.

A lo que no tuve más que responder con cara de ‘sí y que’.

En defensa de la fiesta –porque todo hay que decirlo- debo resaltar que el pastel estuvo muy rico.


***
BONUSTRACK: Lo más seguro es que esta sea la ultima publicación del año, desde ya les deseo una Feliz Navidad y un Prospero Año nuevo. Que esta navidad sea mejor que la pasada pero peor que la que viene.

Mis mejores deseos para ustedes, nunca dejen de ser felices, sin temor a equivocarme debo decir que son los lectores que todo escribidor quisiera tener.

Espero que sigan disfrutando el blog tanto como yo disfruto escribiéndolo.

Cualquier duda, cualquier comentario o cualquier corrección, no duden en hacérmela llegar. Siempre será bien recibida.

Si algo bueno dejó este 2009 sin duda fue este blog. Ustedes, mis queridos lectores, se han convertido en una parte muy especial de mi vida. He llegado hasta a quererlos.

No siendo mas, y dejando el sentimentalismo a un lado, no queda más que decirles: FELIZ ANIO hijuemaidens. A conquistar el mundo se dijo.

Sinceramente.
Julián ‘el Hijo de Yaneth’
PD: el 1ero de Enero cumplimos 6 meses

martes, 15 de diciembre de 2009

Este humilde servidor está dándose unas merecidas vacaciones en Bogotá, muy pronto volverá, y cuando lo haga, seguro estará lleno de muchísimas historias fascinantes para contarles.

Nunca cambien.
Julián

martes, 8 de diciembre de 2009

Señor Hernández

Querido lector, la siguiente es una publicación extra oficial, no lleva el estilo de todas mis publicaciones.

Para leerla hay que tener en cuenta que a lo mejor no se va a reír, a lo mejor le va a parecer muy mala y seguramente por momentos va a tornarse un poco enredada.

Como ustedes saben, así este humilde blog trate de cosas cotidianas, yo evito al máximo hablar de cosas personales, por muchos motivos, ya sea porque son cosas aburridas, delicadas, impresentables o de poca importancia –como es en este caso-.

Hoy me levante un poco tarde, le alegué a mi hermana porque la pille con las manas en la masa, o sea, con las manos en mi desayuno, leí un par de artículos de SEMANA y prendí el computador. Cuando abrí el correo me encontré con un mail bastante particular.

No era Samper Ospina el que respondió, ni Jaime Bayly, ni ninguno de mis tantos amigos escritores.

El mail comenzaba con dos fragmentos de distintas columnas de mi autoría, cosa que me llamó la atención.

‘··Nací bajo el lecho de una familia 100% católica. Mi abuela Aleja, la abuela que más quiero –pues es la única que tengo-A no ser que uno fuera lambón con el presidente del club, o que el papá de uno fuera intimo amigo del mismo. Yo, gracias a Dios no tengo ni lo uno ni lo otro, es decir, ni tengo papá –aunque mi mamá es una excelente papá-, ni tengo un pelo de lambón –antes me hacia el lambido de vaca en el pelo, pero no viene al caso.··’

Y concluía con lo siguiente:

‘Le aconsejo que medite y piense con claridad, que cuando se es joven, se dicen guevonadas, se cree que el mundo es solo para uno, si tanto le duele decir que no tiene PAPA, debe de cambiarse el apellido , jurídicamente lo puede hacer, y si no quiere tener el apellido materno TRUJILLO; es decir hijo de madre soltera, puede inscribir por ejemplo: HURTADO; CHAUCANEZ; CHATE; BAYLI; así descansa y no sigue con la triste realidad de que no tiene PAPA; Agradézcale a mi DIOS; de no ser que su PAPA; se le monto a su MAMA; a pesar que ELLA, no quería nació su vástago’. DARIO

Un mail bastante particular, como ya lo dije, y muy divertido.

Cuando terminé de leer, miré quien era el remitente. Ahí decía: Darío Hernández Ospina.

Como no me acordaba muy bien del nombre del papá de mi hermana, busque en un registro civil mío y efectivamente los nombres coincidían.

Sea esta la oportunidad para responderle al señor Hernández el buen gesto de escribirme este mail, ya que la carta que hace dos años llegó a mis manos aun no se la voy a responder. Créame que la conservo, es más, la saqué hoy y la volví a leer, ya que nunca me había reído tanto, como el día en que leí esas palabras. De pronto, de pronto se la respondo. Si es que saco un tiempito por ahí.

Valga aclarar que le respondo por esta vía, ya que me da miedo responderle por medio de un mail privado, no vaya y se me estalle el computador. También, porque entiendo que es un lector mío, cosa que me parece muy bien, y lo mínimo que puedo hacer por mis lectores es responderles.

Señor Hernández, son muchos los errores que detecto en sus palabras, permítame decírselos.

Primero: usted me aconseja que medite y piense claramente. Déjeme decirle que no pierda su tiempo aconsejándome cosas. Por un lado, sus palabras siempre me entraron por un oído y me salieron por el otro -cosa que es de admirar- ya que gracias a sus genes soy bastante orejón y lograr que una cosa entre y salga por medio de mis ‘parabólicas’ ya es mucho merito. Por otro lado, yo ni medito ni pienso claramente, eso como que también viene por parte de los Hernández.

Segundo: menciona usted que cuando se es joven se dicen ‘guevonadas’. Discrepo con usted esa afirmación, busqué ‘guevonadas’ en el diccionario de la Real Academia y me encontré con que esa palabra no existe, existe ‘huevonada’ que viene de ‘huevo’ no sé si sea esa la palabra que usted quiere decir. Me parece el colmo que un abogado –poco prestigioso, pero al fin abogado- diga que un joven dice huevonadas –con h-, déjeme invitarlo a que consulte en internet a jóvenes que han hecho cosas grandes por el mundo, seguro le aparecerán millones de resultados.

Tercero: no está ni cerquita al decir que me duele mucho no tener papá, por el contrario, es una cosa que me hace muy feliz, ya que es un motivo más para estar orgulloso de mi mamá.

Cuarto: jurídicamente sé que tengo el derecho a cambiarme no solo el apellido, sino el nombre también. Por unos años lo pensé, pero después me di cuenta que a mí ya me reconocen por mi nombre, mi nombre es mi identidad, mi marca. Así que descarte esa posibilidad. Cabe agregar que esos apellidos nunca estuvieron dentro de mis planes ¿Qué pasa con esa creatividad? Si uno se va a cambiar el nombre o el apellido, debe de cambiárselo de una manera bacana. ¿Qué sé yo? Max Power, Homero Simpson o una vaina así. Apropósito Bayly termina con Y, no con I. ¡Hay que leer!

Quinto: vuelve la burra al trigo, el no tener papá no es una triste realidad, ni para mí ni para nadie. Antes al contrario, para muchos es una feliz, confortante y valiosa realidad.

Sexto: yo le agradezco a mi Dios no porque usted se le ‘montó’ a mi mamá, sino porque me dio el regalo divino que ella representa.

Séptimo: me queda difícil creer si ella quería tenerme o no. Según me cuentan si quería tenerme, también Yuceth -quien pedía a gritos un hermanito-. Que usted no haya querido tenerme es otra cosa, cosa que me vale huevo, cosa que me parece justo, ya que yo nunca quise que usted fuera mi padre.

Octavo: ¿montar? Buueno, que para usted hacer el amor sea montársele a alguien no me extraña, peores cosas se esperan de usted. Creo que el resto de la humanidad tenemos un significado diferente al que usted tiene para lo que hacer el amor se refiere, ¿no se si se acuerde como sea la cosa? Si no es así, le aconsejo que vaya a la droguería más cercana, se compre un par de pastillitas azules y vaya a montársele a cualquier puta de por ahí, si no consigue puede ser recursivo y montársele a su perro, a un gorila del zoológico o a cualquier animal que se encuentre por la calle.

Eso en cuanto al mail que recibí esta mañana.

Aparte, déjeme decirle que me pareció muy mal hecho que usted involucrara a su familia en esta pelea. La vaina es entre usted y yo. Si su mamá y sus hermanos se vieron afectados, pues ahí no puedo hacer nada. Javier, su hermano, el de Estados Unidos, ese que lo mantiene, me llamó hace años un par de veces que para arreglar las cosas. Yo desde el principio le dejé claro a él y todo el mundo que por mi parte las cosas no tenían arreglo, que usted está muerto para mí y muerto seguirá estando. Que si él quería venir a saludarme yo lo iba a recibir de la mejor manera, al fin al cabo el nada malo me había hecho, por el contrario, había hecho mucho por mí, más que usted.
A Javier no tengo mucho por decirle, tengo entendido que ha venido un par de veces y en ningún momento se ha aparecido por acá. Me parece muy mal porque él si me parecía todo un señor, pero bueno, allá él.

A su madre y a su hermana tampoco tengo cosas que decirles, por un momento las llegué a querer y todo, así siempre me hayan parecido unas hipócritas.

Del resto de su familia no me acuerdo bien.

Un día vino Heber, creo que se llama así, y me saludo muy amablemente, saludo que le fue correspondido.

Piedad, Gustavo, Nayeli y Adrian siempre me han parecido simpáticos.
Gilma es más tía de mi mamá que suya.

Y a Javiercito siempre lo he querido. No sé que con qué cantidad de patrañas, blasfemias y artimañas lo habrán envenenado. Me alegró mucho hace año y medio que estuvo por aquí. Es un niño de admirar, es bastante educado, buena gente, tiene un estupendo sentido del humor y juega bastante bien al futbol, le auguro muchos éxitos. De lejos es lo mejor que ha salido de la familia Hernández, por favor háganmele llegar mis saludos y mi cordial invitación para que vuelva y se quede muchos días en mi casa. Felicitaciones a Javier y a Liliana por ese pequeño hombre que educaron.

Señor Hernández, déjeme recordarle que usted se ha sustraído al deber de prestar alimentos, que dele gracias a su Dios que mi mamá nunca lo demandó por inasistencia alimentaria. Pero infortunadamente yo no le herede a mi madre tan buen corazón.

Y agradézcale también a su Dios que yo fuera muy pequeño cuando usted sacó a relucir su falta de hombría y vino aquí a quebrar los vidrios, a romper las porcelanas y a insultar a mi mamá. Hoy en día no se le ocurra repetirlo, ni eso, ni el intento de pegarme que tuvo hace cinco años, menos mal está bien lejos, porque así para mi usted esté muerto, soy capaz de resucitarlo para levantarlo si se vuelve atrever a intentar ponerle un dedo encima a mi o a cualquiera de mis seres queridos.

Si algún día se atreve a volver a tratar de insultarme a mí o a mi mamá, espero que sea un poco más creativo, que diga palabras que de verdad duelan. Ya que a mí no me importa en absoluto lo que usted diga de mí, y mucho menos de mi mamá. Todos quienes la conocen saben que es un ser excepcional, que es la madre que todo el mundo quisiera tener y que seguramente ya tiene un lugar ganado en el cielo.

Le propongo que hable tal vez de los daños que me dejó. No sicológicos sino físicos, por ejemplo: las orejas que herede de su papá, los cueritos de las manos que se me caen por temporadas y un sinfín de enfermedades que me llegarán en un futuro, como la del riñón.

No pierda su tiempo mandándome consejos jurídicos, esos se los pido a un asesor bastante bueno que tengo, del Externado y todo. No es ningún tinterillo como usted.

Por último, quiero pedirle perdón a las dos personas que más quiero en la vida: mi hermana y mi madre. A mi madre porque sé que le duele mucho que su hijo nunca vaya poder perdonar al ‘hombre’ que puso su espermatozoide para su creación. No porque sea él, valga aclarar, sino porque le duele que su vástago se haya convertido en este hombre que enterró a su padre a los 13 años. Y a mi hermana porque soy consciente de que este tema le afecta mucho a ella, pero bueno, no puedo hacer nada, en parte es culpa suya, solo en parte porque el único culpable es el señor Hernández.

Digo que en parte es culpa de mi hermana porque ella mantiene contándole todo a él. Yo ante eso no puedo hacer nada, si le quiere contar, que le cuente, a mi no me importa.

No siendo más señor Hernández, le sugiero que siga construyendo la poca vida que le queda como lo ha venido haciendo en estos cinco años. No le deseo el mal, ni mucho menos. Le reitero que para mi usted está muerto y muerto seguirá, por mas carticas chimbas que me mande, por mas correos que me escriba, usted seguirá siendo un finado. Espero nunca más volver a verlo, si me lo encuentro por ahí, haré lo que he venido haciendo siempre: hacer como si usted no existiera.

Att: Julián, quien alguna vez fue su hijo.

jueves, 3 de diciembre de 2009

La camiseta blanca

Uno de los cinco mil doscientos setenta y tres defectos que tengo es el Alzheimer. Hay quienes le llaman enfermedad, algunos creen que es un plato típico muy parecido al sancocho y otros tantos juran que es un monstruo que habita debajo de sus camas. En mi caso, como ya lo dije, es un defecto de fábrica.

No soy doctor. Alguna vez, por allá en la adolescencia, pensé en ser ginecólogo. Pero después de superadas algunas etapas recapacité un poco y le dejé aquella magnifica, elemental y envidiable profesión a quienes cuando pequeños nunca jugaron ‘al papá y a la mamá’ y crecieron con algún tipo de trauma. Cabe aclarar que no tengo nada contra estos personajes, antes me parece que son unas personas bastante -¿cómo decirlo?- Afortunadas y dignas de admirar, la tienen es pero clara.

También pensé en ser veterinario, pero cuando supe que alguna vez podría ser el médico de cabecera de tanto animal que hay por ahí suelto de una cambié de parecer: no me imagino estar atendiendo al chandoso, pulgoso y maloliente de Petro, a la sanguijuela de Piedad o al Gorila de Chávez. A la única que atendería gustosamente es a la loba de Shakira, a ella si le haría una valoración completa. A ella y a unas cuantas perras que andan por ahí en la televisión. Aprovecho para enviarle un saludo a Sara Corrales.

Decía pues que no tengo ni idea del funcionamiento del cuerpo humano –ni de ninguna otra clase de cuerpo, como el de Chávez o el de Lucrecia, mi profesora de Investigación III- pero si estoy totalmente seguro de que mi Alzheimer no es ninguna enfermedad.

Estoy seguro que es un defecto porque he analizado mis síntomas y no son tan graves: solamente no recuerdo donde dejo las llaves a sabiendas que siempre están en mi bolsillo trasero –como supondrán, es ese el último lugar donde las busco-; tampoco recuerdo por ahí un par de fechas importantes; me falla la memoria cuando tengo que hacer trabajos de la universidad; y ni hablar de los parciales, siempre me acuerdo de lo estudiado ya cuando he salido de ellos, un poco tarde ¡pero me acuerdo!

Fiel a mis defectos, un día me acordé tardísimo que tenía que llevar una camiseta blanca al colegio. Yo cursaba grado once y la idea era estampar unas camisetas con motivo del retiro espiritual –que de espiritual no tuvo nada- que íbamos a realizar en días próximos.

-¡Mierda! –grite exaltado así como cuando uno se acuerda que no ha comprado la camiseta que tiene que llevar al otro día al colegio.

Mire el reloj y vi que eran las 8:10 p.m. Me azaré de inmediato, volví a mirarlo y efectivamente seguían siendo las 8:10 de la noche –como si volviendo a ver iba a marcar unas cuantas horas menos-.

Sin saber que hacer acudí a la única persona que suele sacarme de esta clase de eventualidades: el ‘Fi’. Cuando lo llamé le dije:

-ve Fi, mañana tengo que llevar una camiseta y no la he comprado. Llévame porfa ahí a HERPO –era para el colegio y no pensaba meterle más de cinco mil pesos a esa cosa.

-No pues venga mejor lo llevo al EXITO –me dijo el Fi

-Esta bien, al fin y al cabo la que paga es mi mamá

No es que yo sea un inconsciente con los gastos del hogar, por el contrario: soy bastante consciente. Que no haga nada para disminuir esos gastos es otra cosa, pero muy consciente si soy -que quede claro-.

-Hola Má, mira que para el colegio tengo que llevar una camiseta blanca, dame y voy de una vez por eso. ¡No es para Mañana no! Pero igual yo la quiero comprar de una vez. No vaya y se me olvide después.

-Ay Julián y ¿Por qué a esta hora?

-No, no sé. Pues voy a aprovechar que César va pal EXITO

¿Quién me dice que el Fi no iba pal EXITO? No suelo decir mentiras, pero por ahí dicen que los artistas recurrimos –y me monto en ese bus- a ellas para decir la verdad.

-Bueno, saque la tarjeta del bolso –me dijo mi querida madre- la clave es 3987

-Listo Má, ya vengo

Cuando llegamos al EXITO de una nos dirigimos a la sección de Hombres, buscamos la camiseta y fuimos a pagar.

-Buena noche –me recibió una cajera lo más de simpática

-Sí, buenas noches –le respondí haciendo énfasis en las ESES (las letras)

-Buena noche –con sus ojotes abiertos me volvió a decir la muy muy dizque corrigiéndome

Gracias a las revistas que me devoro, al Profesor SúperO y a una que otra lectura que hago por ahí puedo decir que mi ortografía es sobresaliente en el sentido de que sé cómo se dicen las cosas. Por ejemplo queridos amigos, ¿ustedes sabían que el participio pasado del verbo imprimir es irregular? Por lo tanto se puede decir: ‘aun no he imprimido el trabajo’. Podría quedarme aquí diciéndoles un poco de gazapos idiomáticos que cometen algunos –los cuales los aprendí viendo el Profesor SúperO- pero no quiero desviarme del tema. Apropósito: ¡que ignorante fuiste cuando insinuaste ‘simplificar’ la ortografía Gabo! con eso lograste caerme aun más mal.

Volviendo a la cajera, no tuve más opción que decirle:

-Vea, corríjame cuando sepa ¿bueno?. No sea ignorante, ‘buena noche’ está mal dicho. Así la noche sea solo una, la salutación correcta es ‘buenas noches’.

Al ver que no tenía ni idea de que le estaba hablando, al ver que no sabía el significado de ignorante y mucho menos de salutación, no hice más que pasarle la camiseta.

-Son $17.500 –me dijo la cajera, a quien ahora en adelante llamaremos ‘la ojona’

Le pasé la tarjeta

-¿Y la cedula?

-¿Cuál cedula? –le dije a ‘la ojona’

-Pues la del titular de la cuenta, ¿No la trajistesss?

-No, pero si no es tarjeta de crédito

-Si vea, aquí dice -me señaló con el dedo

-Sí, ahí dice: Banco de Crédito (ahora HELM BANK), pero la cuenta es de ahorro –le respondí

-Bueno, igual necesito la cedula

-No, ¿cómo así? –ya me estaba exaltando- ¿a usted que le está pasando? ¿Cedula pa’que? Eso es de mi mamá, ella me la dio, yo me sé la clave y todo.

Por fortuna el EXITO estaba un poco vacio, lo cual ayudó para que el supervisor de cajas me oyera.

-Buenas noches –ehh por fin alguien que sabe como se dice, pensé

-Buenas –le dije

-¿Cuál es el inconveniente? –me preguntó

-Lo que pasa es que aquí mi amiga –jumm, dizque amiga, amigas las huevas y no se hablan- no me quiere recibir la tarjeta dizque porque no tengo la cedula

El supervisor, un poco barrigón el hombre, revisó la tarjeta minuciosamente -como si nunca hubiera visto una-.

-No pues recíbale la tarjeta –le dijo a ‘la ojona’

-No pues gracias –le dije con el tono sarcástico que me caracteriza

Mientras disfrutaba de mi victoria frente a la tipa, mire al Fi y con júbilo celebramos internamente. Sacando pecho miré a mi alrededor para constatar si aquella feroz batalla también había tenido otros testigos presenciales.

-Ay vea, no tiene fondos

-¿Qué?

-Espere la paso otra vez –me dijo- fondos insuficientes

No me crean tan marica. Tanto que me exalté, tanto que peleé, todo el show que hice para defender mis derechos como para que esa bendita tarjeta no tuviera diecisiete mil quinientos pesos.

Que ridículo el que me hizo pasar mi mamá. Peor que hacerme quedar como un culo, es hacerme quedar como un culo frente a ‘la ojona’.

Gracias a Dios el Fi tenía veinte mil pesos en el carro. Fue por la plata, volvió y le pagó a ‘la ojona’
Cuando llegué a la casa recordé que yo también me he equivocado con mi mami, y cuando me preguntó como nos fue no tuve más que respirar hondo y responderle que bien. Que le debíamos veinte mil pesos al Fi y que esa tetrahijueputa tarjeta no tenía plata.

-jajaja que pena papi, eso fue que te di la tarjeta equivocada. Tome, vaya llévele a César y dígale que muchas gracias

-Muchas gracias Fi

Que sea esta la oportunidad para agradecerle todo lo que ha hecho por mí. Muchas gracias Fi

Aquí tengo la camiseta al lado, nunca estampamos nada y hoy en día la utilizo para sonarme los mocos.

sábado, 28 de noviembre de 2009

A Jaime Bayly

El siguiente es un mail que le escribí al Jaime Bayly el día martes 26 de Noviembre a las 2:06 a.m.

No suelo escribirle a famosos, entiendo que están 'muy ocupados' y me da hartera el pensar que mis correos los leen secretarias que no valoran el trabajo que uno se toma en escribirles a sus jefes -en su caso, aquella enana que tanto menciona en el programa-.

Bueno, suponiendo que esta vez, por cuestiones del destino e intervención divina de el de arriba -no mi primo el del tercer piso, si no aquel Dios del que usted y yo dudamos de su presencia- usted lee este mail. Solo quiero decirle que sea bienvenido a Colombia. Que lo mejor que ha hecho Claudia Gurisatti, aparte de separarse -o cualquiera que sea el motivo por el cual está soltera- es traerlo para su canal, no me pierdo su programa. Llego de la Universidad, me echo a dormir, como algo -ya despierto, porque aun no logro comer y dormir al mismo tiempo- y sintonizo el programa. Muchas gracias por alegrarnos las noches. Espero malgastar mis ahorritos pronto y comprar su nueva novela.

No siendo más, de nuevo bienvenido a nuestro país, espero algún día venga a conocer Cali.

PD: si este mail lo leyó su enana dígamelo por favor para así no seguir escribiéndole en una próxima oportunidad.

Saludos

Julián Hernández
Cali, Colombia


Bayly Respondió el mismo día a las 5:23 p.m.

Gracias, querido Julián, por ese correo tan divertido y alentador. Celebro que te guste el programa. Me hiciste reír. Que la universidad te sea leve. Un abrazo, todo lo mejor.
Jaime

domingo, 22 de noviembre de 2009

Una decepción amorosa

Cuando me preguntan sobre de que es mi blog yo no sé que responder: me corchan, quedo sin que decir. No saben cómo me gustaría responder cosas como: ‘en mi blog procuramos analizar la situación política de Lituania’ o ‘damos consejos prácticos para la siembra de yuca madura en altiplanos como Chigorodo en Antioquia’.

No! Nada de eso, si aquí se dan un par de consejos, estos seguramente no son prácticos. Y si de política se trata, mantendría diciendo cosas como que el presidente de Colombia no debería de ser el señor Álvaro Uribe, él debería de ser es el dueño: así nos ahorraríamos cada cuatro años tantas vainas de referendo, tanto irrespeto a la constitución. Solo es nombrarlo dueño de Colombia y listo, así uno sabe a qué atenerse.

Infortunadamente ante esa pregunta me quedo sin respuesta, me toca decir la verdad: que este blog es acerca de nada, que trata básicamente de desfachateces que se le ocurre escribir a su dueño –porque yo si soy el dueño legal de esto, ya tengo las escrituras de mi blog y no tengo que estar haciendo referendos para perpetuarme en el poder: porque ya lo estoy-.

Como ustedes se han podido dar cuenta pocas veces he hablado acerca de la publicidad. No lo he hecho por la simple y cobarde razón de que si me pongo a hablar de publicidad seguro se van a dar cuenta que no sé ni un culo de eso y mi mamá muy desilusionada sabrá que esa plática se está perdiendo.

Otro tema espinoso para mí en cuanto a escribir de él se refiere es el amor. Prácticamente por lo mismo que no escribo sobre publicidad: tampoco sé un culo de eso. Pero al menos de la publicidad estoy seguro de que existe.

Esta historia de amor comienza hace muchos años cuando conocí a esta chica. No recuerdo cuando la vi ni quien me hizo el favor de presentármela.

Se trata de un amor a primera vista. La vi, me gusto, me cautivo, de una quede enamorado de ella. Ella tiene ese ‘no es que, en ese no sé donde’ que siempre busco en una mujer. Posee esa magia que me hace pensar todo el día en ella.

Ella controla mis sentimientos. Es más, gracias a ella sé que tengo sentimientos. Ella me hace reír, me hace pensar, me hace querer, la defiendo a capa y espada, me alegra la vida, la veo siempre que puedo, me dio esperanzas y hace muy poco me hizo llorar –a mi manera, pero lloré-.

Lamentablemente soy una persona que siempre está buscándole defectos a la demás gente. No sé porque lo hago, o que pretendo al hacerlo. Consciente de que nadie es perfecto –comenzando conmigo mismo: el más imperfecto de todos- salgo a la tarea de encontrarle las falencias interpersonales de quienes me rodean, y quienes no también: si me encuentro a alguien por ahí y le veo un moco asomado, seguro lo notaré.

Con todo y eso la chica quien protagonista esta publicación tiene un margen mínimo de defectos. A veces me hace trasnochar –pero no es su culpa- y tiene muchísimos pretendientes –cosa que tampoco es culpa suya-, yo, a diferencia de muchos, si la amo de verdad. Muchos la dicen querer pero yo sé que no es cierto, ni siquiera saben mucho de ella. Son unos interesados, la buscan por la plata y por su físico. En cambio yo hasta conozco a sus padres y que tales.

Esta ‘tragicomedia’ –genero de nuestro libro de amor- se consolido hace un año y medio aproximadamente cuando oficializamos nuestra relación.

Como es normal en todas las relaciones: al comienzo todo fue maravilloso, nos entendíamos perfectamente, éramos el complemento del otro y así mismo en el sentido contrario. Pero aquella ‘luna de miel’ en la que estábamos se acabo esta semana. No se acabó porque ella o yo lo hayamos querido así, se acabó porque se tenía que acabar, así es la vida –hablo de la luna de miel, la relación nunca se acabará, o al menos eso espero-.

Esta no es una decepción cualquiera, es una decepción que marca –vaya ironía- he tenido y tendré pocas decepciones con las mujeres -hablo específicamente del amor- porque de ellas no espero nada. Y antes de que me malinterpreten voy a decir mi razón: si no esperas nada, si no te importa, no te duele. Es decir, si no esperas nada y no pasa nada, pues nada, como nunca esperaste nada, pues no pasa nada, no hay decepción –espero me comprendan-.

Sé que estoy dando muchas vueltas, pero entiendan que este tipo de situaciones me ponen mal. Yo de ella si esperaba mucho, en si esperaba todo, y lo sigo esperando porque la cosa no acaba aquí, esto apenas comienza y nos queda mucho por vivir.

La Publicidad es el amor de mi vida –hasta ahora, porque aun no conozco al verdadero, si es que existe- y hace poco me mostro su rostro menos amable: la cara de la derrota.

Soy un ganador, y aunque queden muchas dudas sobre eso, al menos es lo que yo enceguecidamente creo.

Siempre que participo en algo, lo hago de corazón, con pasión, en el futbol le llamábamos la formula fritanga: garra, huevo y corazón. Así es en todo, siempre quiero ganar ¿para eso se compite no?

En este caso era una licitación que desempeñaba el papel de trabajo final de la materia Construcción de Marca –ya ven porque la ironía- cada grupo tenía una categoría (detergentes, cremas dentales, salsas de tomate, etc) y debía desarrollar lo visto durante todo el semestre. Solo habría un gran ganador.

Como pueden deducirlo: no gane. Estoy destrozado, el próximo lunes tengo cita con psicóloga y todo.

Supe de un caso en el que una hembrita decía que a ella no le importaba haber perdido la licitación, pues aun así la materia le iba a quedar más alta que a los ganadores. A ella le quiere decir que bien por ella, que siga así, pero que el que gana gana y punto. Después del primero todos son perdedores y que si a mí me ponen a escogen, yo prefiero ganar la licitación y que la materia me quede bajita a no ganar y que me quede alta la materia. Uno nota no define a un publicista, hay q dar resultados, ¿qué sacas teniendo un promedio altísimo si a la hora de laborar en el medio no vas a ser nadie? Felicidades a los ganadores y que envidia –de la mala-.

Pero bueno, como dice aquel filósofo colombiano: perder es ganar un poco y ese ‘poco’ fue que le envié un mail a un duro de la publicidad aquí en Colombia mostrándole la pieza para revista que había hecho para la licitación. En respuesta me dijo que le había encantado, me corrigió ahí una cosa y me propuso que si le hacia una ‘pequeña’ mejora me lo publicaba en su página de internet. Aun no le he respondido, me estoy haciendo el importante.


BONUSTRACK: Muchas gracias a todos por sus comentarios, me llenan de alegría, por favor síganlo haciendo. Como lo prometido es deuda aquí están los afortunados ganadores de las manillas para la reconstrucción de El Salado. Felicitaciones para ellos. Por interno cuadramos la entrega.

Ángela Quiceno
Laura Betancourt
Cesar Hurtado
Marcela Gómez
Diego Fernando Londoño alias ‘Chipo’

domingo, 8 de noviembre de 2009

Mis plegarias

Nací bajo el lecho de una familia 100% católica. Mi abuela Aleja, la abuela que más quiero –pues es la única que tengo- tiene una magnífica relación con Dios y todos sus secuaces: La virgen, el barbudo y todos los santos –menos Juan Manuel, pues con todo esto de los falsos positivos mi abuela lo sacó del llavero-.

Según entiendo, mi abuela se le ha entregado no en cuerpo pero si en alma a Dios. Todos los sábados va a misa, colabora constantemente con la iglesia, en semana santa dirige un poco de actividades y por supuesto todos los curitas la adoran –no sé qué tanto-. Pero no me preocupo, entiendo que les gustan los niños, no las viejas como ella. Aun así, prometo estar más pendiente-. Sin decir que mi abuela es la sensación aquí en el barrio y sus alrededores, todo el mundo la conoce, saben donde vive, quienes son sus hijos y sus nietos, tampoco se me haría raro que sepan de la existencia de este blog, y aquí, pensándolo bien, este humilde blog tendría un poquito de éxito si se llamase ‘El nieto de Aleja’.

Decía que las viejitas esas me distinguen, pero ellas creen que me conocen. Como yo no las conozco a ellas, ni me interesa conocerlas –solo a las que tienen nietas presentables-, yo no las saludo. Me da risa ver esa cara de ponqué que ponen cuando ven que se van a encontrar conmigo, yo me hago el loco y cuando nos cruzamos solo las miro de reojo para ver como esa cara de ponqué se convierte en menos de un segundo en una de total decepción.

-ayy Julián, el nieto de Aleja no me saludó –deben de pensar las pobres

Yo no las saludo por mala gente, o tal vez sí. Pero principalmente, no las saludo porque ellas en sí no me quieren saludar, no piensan: ‘ay que chimba saludar a Juli’ no, ellas pretenden saludarme para decir: ‘huy saludé al nieto de Aleja’ me utilizan para incrementar su autoestima, para caerle mejor a mi abuela, y no, no pienso seguirles el jueguito, no estoy para que me utilicen –viejas morrongas-.

Hablo de mi queridísima abue porque últimamente he estado igual o más creyente que ella, he rezado todo lo que no he rezado en mucho tiempo.

Mis plegaria principalmente están dirigidas al Dios de la Investigación, y aunque sé que tal vez no es el mismo al que le reza mi abuela, se que este si me está escuchando. Por ahora mis rosarios, mis padrenuestros, mis ángeles de la guarda, mis credos están dirigidos a este personaje. Próximamente se dividirán entre el Dios de los detergentes, de la fotografía, el de la ética, el de los impresos y a ese tal Mr. God

Pero concentrémonos en el que me tiene más jodido, el que me ha hecho pasar por el apocalipsis sin ni siquiera haber conocido el génesis: el de investigación, no cualquier investigación, sino el de la investigación III

Dejando las sandeces a un lado –cosa que me hace muy difícil- me voy a referir a Dios como un único Dios.

Rezo por mí, por Matiu y por Sergio para que los tres pasemos la materia y nos enrumbemos tres días seguidos. La enrumbada en proporcional a la nota, si sacamos 3.0 –cosa que sería lo máximo- festejamos tres días, si sacamos 4.0 pues cuatro días –pero eso es imposible-. Vale aclarar que la enrumbada contará con material femenino, para que no hayan malos entendidos. Están cordialmente invitados.

Rezo para que a mis compañeros de Construcción de Marca les vaya bien en el final. Pero no tanto como a nosotros para que así Pao, Cata y yo nos ganemos la licitación. Aprovecho para enviarle un saludo al ticher Rodrigo, quien no se pierde una columna.

Rezo para que Rodrigo Ramos, mi profesor de ética, cambie de chanclas, para que bote esas modelo Jesucristo que tiene y se compre unas un tanto más modernas, y en lo posible, que se abstenga de dejar sus dedos al descubierto. O sea, que siempre se ponga zapatos. En el calzado El Zar hay unos baratísimos profe, yo veré.

Rezo para que ética me quede bien alta, ya que así puedo contrarrestar la nota Investigación, y lograr el promedio que me exige don Carvajal para seguirme colaborando en el estudio.

Rezo para poderme recuperar rápido del pie, para así poder seguir jugando en el torneo que organiza don Carvajal.

Obviamente rezo por la salud de mi familia; de mis amigos, de mis no tan amigos; de los que me quieren mucho, de los que no me quieren tanto, de los que me quieren poco, muy poco; y por la salud de mis desocupados lectores.

También, ohh padre omnipotente –seria más divertido si fuera ovni potente- te pido para que le consigas algo para hacer a mis lectores, para que dediquen su tiempo en algo productivo y no lo mal gasten en cuanta desfachatez publique este servidor. Mejórales el gustico, haz que lean algo productivo, algo que de verdad les sirva en su diario vivir, que se yo. Que lean a Faciolince, a Willy Ospina, a Claudia López, a Daniel Coronell, a Jaimito Bayly, a María Jimena Duzán, y obviamente a mi buen amigo Daniel Samper Ospina –solo por mencionar a unos pocos-.

Para mis lectores de tipo exportación no tengo ninguna sugerencia, pues a pesar de ser este un blog internacional, su humilde creador es más criollo que cualquiera y a la única autora que ha leído es a Stephany Meyer.

Para no alargarme tanto, solo quisiera pedirte que haya muchas temporadas más de Dr. House, que los de El Tiempo dejen de ser tan regalados con el gobierno, que a Chávez y a Correa les dé una diarrea bien hijueputa, que mis compañeros y yo ganemos todas las materias del semestre, que aparezca un candidato digno para tomar las riendas de este país, que los pelados de la sub 17 ganen el mundial, que me contraten en una agencia de publicidad, que por el bien de los colombianos el padre Chucho se retire de la televisión, que me gane el Baloto sin nisiquiera jugarlo y que Carolina Cruz deje a Lincoln y se vaya a vivir conmigo.

Quedan muchas cosas por decirte padre misericordioso pero entiendo que estas muy ocupado recibiendo las suplicas de los hinchas del América para que su miserable equipo prospere.

Y para la próxima vez que queras hablar conmigo no me timbres, gástate el minutico hombre. Quedamos pendiente de aquello que te dije la otra vez. Yo veré

Amen

domingo, 1 de noviembre de 2009

Cagado y con el agua lejos

Durante mi corta y poco exitosa vida me he dado cuenta que la gente es muy acomplejada respecto a la cagada se refiere. No hablo de las cagadas que hago cuando estudio; o de las cagadas que les he hecho a algunas viejas, compañeros del colegio, de la U, etc. Ahí perdonaran todo lo malo. Hablo de las cagadas, cagadas; las literales, las cafecitas, malolientes, blanditas ellas, gruesitas algunas, y cuanta variedad exista.

Decía pues, que las personas tenemos un trauma bastante grave con el arte de cagar. Le han cambiado de nombre y hasta le han puesto apodos: la gente –y sobre todo las mujeres- no van al baño sino al tocador, no cagan sino que hacen del cuerpo, no hacen popo sino pupis, no se tiran pedos sino fotecitos, y además juran que les huele a una esencia floral –como si desayunaran con Sampic-.

Cuando estaba en el colegio recuerdo que todo el mundo negaba haber cagado siquiera una vez allá.

-Nooo, nunca, aquí en el colegio nunca he cagado –decían

Esta bien, yo también hacia parte de esa gran mayoría.

Es que cuando le dan ganas a uno, le dan ganas. No hay nada que hacer. Bueno, solo una cosa: evacuar, rendirle cuentas al organismo. No hay más.

Aunque en su tiempo me dio pena admitirlo, hoy lo confieso y grito a los cuatro vientos que yo también cague en el colegio. No le veo nada de malo a eso, lo malo no es cagar, lo malo es no limpiarse. Y en mi caso siempre me las ingeniaba para conseguir un papel, higiénico obvio; no falta el que se limpia con hojas de cuaderno y cree q uno también, en serio, supe de unos casos.

Cuando fui a entrar a la U, mi primo me dijo que tuviera presente tres cosas: que me fuera en Coomoepal 10, que cagara en un cuarto piso y que las de mercadeo son unas perras.

Dándole uso a esa 'ley Autónoma' ya son tres las veces que me ha tocado subir a un cuarto piso.

Hace algunos días en la U, estando todavía enyesado –¿ahh no les he contado?, ya no tengo yeso- me dieron las propias ganas de desechar la comida que mi cuerpo digirió.

-Juemadre no voy a poder aguantar –me dije a mi mismo

Pues era la una de la tarde y yo salía a la seis. Tenía -quería- quedarme a una conferencia de Cesar Beltrán.

Al ver que mis predicciones eran ciertas, que la luna se ubicaba paralelamente a Saturno y a cinco grados de la Tierra -serios indicios de no aguantar-, decidí subir al cuarto piso. No un cuarto piso cualquiera, sino al cuarto piso del ala sur, donde se encuentran algunas facultades y una que otra oficina administrativa.

Como estaba en el sótano, me dirigí hacia el ascensor l e n t o, muy l e n t o –yo, no el ascensor-.

Cuando este paró en el primer piso, salió un cuchito y entró una vieja ahí toda picada a loca.

Nunca nos habíamos visto, nos conocimos es una rumbita y desde el día siguiente me mira mal la muy malparida esa, no se que le hice pero le caigo mal. Pero sabes que: vos también me caes mal, ¿Por qué? No se, pero me caes mal.

En fin, la boba esa se bajó en el tercero y pues yo en el cuarto.

Como en las pasadas ocasiones había realizado esta odisea en los cuartos pisos de las aulas, no sabia donde estaba el baño allá en ala sur, y mientras lo ubicaba me di cuenta de que allá en ese edificio, en ese piso, queda nada más ni nada menos el restaurante de los profesores y junto a él, el gimnasio de los mismos.

Ahí afuerita estaba Mónica, la directora de mi carrera, quien me conoce y me estima bastante, un saludo para ella, se que me esta leyendo.

Por supuesto que, apenas la vi, a mi se me bajo todo, no, al revés, se me subió. En fin, no quiero ser tan grafico. A lo que voy es que a penas la vi se me quitaron las ganas de una.

Me hice el huevón –cosa que sé hacer muy bien- y como ella no me había visto comencé a bajar para abajo -ni modo que para arriba-. No mentira, comencé a bajar al tercer piso, donde queda la facultad de humanidades.

-ay, usted que hace bajando escaleras –me dijo a penas me vio

-ehhh no, es que vengo para humanidades, yo creí que era en el cuarto piso –le dije mientras dudaba de mi propia versión: ¿yo, en humanidades? Jajajaja ¿pa´que?

-ahh bueno, mucho ojo, no camine mucho –volvió a decir mientras se reía viendo mi particular swing al caminar

Entré a humanidades, puse cara de huevón e hice el amague como si estuviera buscando a alguien.

Fui hasta el fondo... volví, tranquilamente pudieron haber pasado unos 15 minutos. Igual estaba sin afán: ya no tenía ganas de 'hablar con el presidente'.

Al salir de la facultad me encontré con Charlie Andriu, el ex director de mi carrera y quien es parcero mío.

-no no no, ¿que le paso viejo? –me preguntó con su singular acento paisa

-ahh hermano, usted sabe que cuando uno es calidoso… -todos sabemos que no, pero yo quería dármelas de buen jugador

-no no no, ¿y cómo fue?

Ahí me puse a explicarle todo con lujo de detalles.

Por fortuna, aquella misión que había emprendido momentos antes se había quedado inconclusa. Me fui a la dichosa conferencia, cuando salí llame al Fi para que me recogiera, llegue a mi casa, termine la misión, estuve en aquel limbo que describía Kaleth Morales y fui feliz.

BONUSTRACK: recuerden que este blog apoya la campaña para reconstruir El Salado. ¿ya tienes tu manilla? Más información en http://www.ytuqueestashaciendoporcolombia.com/
Recuerden que regalaré una a cinco lectores, para participar debes escribirme diciendo que la quieres y listo, así de fácil. La selección se hará al azar. Sorteo es evaluado y certificado por ETESA. Los ganadores se publicaran en la proxima columna

lunes, 19 de octubre de 2009

Metí la pata

'The old man' crónica de El hijo de Yaneth destacada en http://www.soho.com.co/Home.aspx

¿Qué se siente estar enyesado? Debe de ser como bacano decía yo.

Siempre me ha gustado el futbol y todos lo saben, es mi pasión, mi religión, mi todo. Desde que tengo memoria -o uso de razón, como sea-; recuerdo que siempre he jugado futbol, bien o mal, la verdad ya ni me importa, pero siempre lo he hecho, desde chiquito.

Al Fi (recuerden que se lee fai) le debo muchas cosas, entre ellas, mi pasión por el futbol y por el Cali. No tengo como agradecerle, gracias a él soy hincha del mejor equipo de Colombia –y no pienso discutirlo con nadie-. Es tanto lo que le tengo que agradecer, que lo que merece menos gratitud es el hecho de no haber sido hincha del América, eso no se lo hubiera perdonado.

Al glorioso Deportivo Cali entré a la edad de 7 años, duré muchos años allá, jugué cualquier cantidad de partidos, cualquier cantidad de torneos, y nunca me pasó nada. Exceptuando una vez que estaba malito del estomago y me cogió la diarrea en pleno entrenamiento.

De ahí pasé a jugar en el Limonar, un equipo que quizá nadie conozca pero con el que conseguí muchísimos triunfos, y sobretodo, donde madure futbolísticamente. Allá tampoco me paso nada grave, y eso que siendo 91 jugaba en la categoría 89, o sea, jugaba contra manes –en su mayoría oscuritos- dos años mayores, 20 cm más grandes y 50 veces más acuerpados.

Al contrario de muchos quienes también dicen jugar futbol, siempre fui consciente de que es una profesión muy difícil, y que llegar a ser profesional es casi imposible. A no ser que uno fuera lambón con el presidente del club, o que el papá de uno fuera intimo amigo del mismo. Yo, gracias a Dios no tengo ni lo uno ni lo otro, es decir, ni tengo papá –aunque mi mamá es una excelente papá-, ni tengo un pelo de lambón –antes me hacia el lambido de vaca en el pelo, pero no viene al caso.

Así pues, tomé la decisión de estudiar: uno no puede ser futbolista y profesional a la vez. Solo pocos lo logran, y eso que a medias: o es un pedo jugando, o un mediocre en el estudio; o ambas, que es lo más factible. Lo que sí se puede ser: es futbolista y ladrón al mismo tiempo, de hecho muchos hacen ambas cosas de una manera admirable.

Sin desviarme del tema, cuando me decidí por el estudio me tocó retirarme del futbol. Por fortuna, sin ninguna lesión grave hasta ese momento.

Hace dos años y medio me fui a jugar futbol con los compañeros del colegio, así casual, como cuando uno va a jugar futbol con los del colegio a una cancha sintética. Aprovecho para hacerles la cuña: nunca vayan a Tiro de Esquina (paso ancho con 70) el servicio es de lo peor.

Estando allá, todo parecía normal.

¿Por qué siempre las cosas ‘parecen normales’ antes de que pase algo grave? No lo logro entender. Sin ser la excepción, aquel parecía un juego normal.

El hermanito del paisa, quien jugaba en el otro equipo, llevaba el balón por la banda izquierda, tomo impulso, saco fuerza de donde no la tenía el enano ese y le pego al arco.

Yo, dándomelas de Andrés Escobar –que grande fuiste Andrés- corrí lo más que pude para interceptar el balón. El esférico viajaba a media altura, así que estire mi pierna izquierda con tan mala fortuna que el balón me pego en toda la puntica del pie, haciendo que este girara endemoniadamente unos 180 grados. El resultado: esguince de tobillo tercer grado. La consecuencia: 25 días enyesado, otros cuantos en recuperación y toda la vida jugando con venda.

No lo podía creer, nunca me paso nada cuando jugué competitivamente, para que me viniera a pasar jugando una recochita, y de esa manera tan absurda.

No obstante, hace poco me volvió a pasar lo mismo, un Deja Vu que llaman.

El día parecía ser normal, esta vez fue jugando un torneo en la empresa de mi madre. Todo iba bien –entre comillas porque íbamos perdiendo-, ese día fue mi mamá, había hecho gol y hasta estaba jugando calidoso. De repente, un marica ahí me levantó; al car, el pie derecho se me quedó pegado al piso y se me dobló.

No me retiré. Seguí jugando por tres razones: por huevón, porque me encanta jugar futbol y porque sabía lo que me iba a pasar. Efectivamente a los dos días que fui al médico me enyesaron.

Fui tarde por cuatro razones: por huevón, porque me encanta el futbol, porque sabía lo que me iba a pasar y porque tenía la esperanza de que esto se me curara por obra y gracia del espíritu santo –si concibió a María, ¿Por qué no habría de curarme el tobillito?

El resultado: esguince de segundo grado y un ligamento roto. La consecuencia: dos semanas con yeso, otros cuantos en recuperación y toda una vida jugando vendado.

Aquí estoy con mi pata enyesada, caminando l e n t i s i m o, esperando que Chris me haga el dibujo y bañándome con chuspa.

¿se siente bacano estar enyesado? Saquen sus propias conclusiones.
Por lo pronto procuraré no seguir metiendo la pata.

***

BONUS TRACK: veo indignante que El Tiempo hubiera echado a Claudia López, me pareció muy cobarde de su parte. ¿esa es la libertad de prensa que tanto alegan? periódico de pacotilla.

BONUS TRACK2: este blog apoya la campaña para la reconstrucción de El Salado. Ponte la pulsera, yo ya tengo la mía, póntela. Más información en http://www.ytuqueestashaciendoporcolombia.com/

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jueves, 1 de octubre de 2009

The old man

El fin de semana estuve en dos fiestas bastante buenas, de verdad, muchas gracias a los organizadores, la pase muy bueno en ambas. Aprovecho también, parar reiterar mis felicitaciones a los anfitriones: Santa, mi buen amigo y fiel lector de mis columnas. Y Luisa, de quien dudo que sepa de la existencia de este blog.

En dichas fiestas confirme el hecho de que nací en una generación equivocada: yo debí de haber nacido mucho antes; yo debí de haber acabado ya la carrera; yo debí de haber cumplido más, que estos dieciocho que llevo a cuestas –sí, yo se que parezco de 16, pero en realidad son 18-. Como decía, yo debo ser mucho mayor que lo que soy ahora; a mí me gustan las viejas mayores, no discrimino en edad, de 23 en adelante, con tal, ojo a esto, de que se vean bien; ahora no es que me digan: ve juli, te voy a presentar a mi abuelita.
Aunque las de mi edad también, hay unas que parecen mayores, esas también cuentan; pero prefiero las catanas, con experiencia –trajinadas diría yo, aunque parece ser que no les gusta ese término.

También, me gusta la música de antes, el rock de Andrés Calamaro, los tangos de el mismo; me muero por la de Red Hot Chilli Peppers, me se la mayoría de sus canciones –así no sepa que dicen-; quisiera haber vivido en la época de los Beatles; la de pelé; me encanta tirar paso con la música del Joe, con la de los van van; y así, podría quedarme todo el día mencionando alguna de mis aficiones musicales ya un poco olvidadas en esta época.

Confieso que soy una especie de viejito en cuerpo de muchacho, no porque tenga algún tipo de enfermedad terminal ni nada de eso, aunque a veces sufro de Alzheimer, -y del crónico- yo diría que es algo pasajero, sin importancia. Pues, como diría mi amigo Daniel Samper Ospina ‘mis achaques se pueden contar con los dedos de una mano, así sea la de Germán Vargas’.

De ante mano debo decir que a mí si me habían dicho que me parezco a un viejito, es mas, tengo dos amigas que me lo mantienen diciendo, y no conformes, se encargan de difundirlo por toda la universidad. Cosa que no me enoja, ellas lo dicen por chiste y así lo tomo yo –ya quisieran tener un viejito como este.

Su argumento más fuerte es el hecho de que yo me siento –en demasiadas ocasiones- con las piernas cruzadas. Si así, como las hembritas, tal cual. También, porque mantengo bajo el brazo la revista semana, y cuando la leo en clase, tomo una postura que a lo mejor se la han visto a sus papas: pierna cruzada, revista a 5 cm de los ojos y mano derecha sobre el muslo de la pierna que le aprieta a uno las bolainas –uno termina por acostumbrarse tanto a la falta de aire allá abajo, como a la dormida de pierna, uno no se puede parar ahí mismo, la pierna no le responde después de haber estado en la misma posición más de una hora.

Comienzo diciendo que en mi época –hace unos cuantos años- bailaba y disfrutaba a todo furor el género del reggaetón. Lo oía todo el tiempo, estaba súper actualizado: canción que salía, canción que tenía. No me perdía ningún concierto, me gastaba los ahorritos en boletas V.I.P (very idiotas person) y hasta llegué a comprar dos cd’s originales.

De eso ya no queda nada, ni los cd’s. Primero: Porque no me motiva ni en lo más mínimo un concierto de reggaetón; segundo: porque si no hay plata ni para ir a norte, que va a haber para ir a V.I.P, pa' eso, como diría mi mamá: esa plata me la como en cucas –jumm ya me los imagino imaginándose la metáfora. Y tercero: porque no, así de simple. No me explico cómo a una persona como yo, quien me jacto de tener un excelente gusto, podría gustarle semejante género, me da hasta pena recordar cómo me despelucaba –literalmente- en medio de una canción reggaetonera, y más aun, imaginarme como me veía bailando eso.
Me da hasta pena saber que reggaetón se escribe reggaetón y no reguetón.

Si antes este baile –si se puede llamar así- era para mongólicos –y me incluyo- hoy en día es para… ¡yo que sé! me declaro impedido para dar ese calificativo.

Hay algo que no puedo negar, y es que no hay nada tan delicioso que bailar reggaetón –de la forma antigua- con la niña que a uno le gusta. Ohh que vaina tan maravillosa, solo comparable con actos que no mencionaré porque esta columna también la leen niños –este es un blog versátil, por ahí como que es objeto de estudio en colegios importantes y que tales.

Estando en las fiestas que les comenté, me di cuenta de que era un viejito –entre comillas- porque solo me sentaba en los momentos que sonaba un reggaetón. De resto, no me sentaba ni a bala, si sonaba una bien movidita, claro está. También me autoproclamo como un buen bailarín, no un experto así que la gente diga: que bruto, como baila este muchacho. Pero si se me puede estar llenando la boca diciendo que lo muevo bastante bien.

-Óscar, ponete ahí ‘yo no se mañana’ –le dije al Dj de la fiesta de Santa
-ahh listo parce, de una

Pasó una hora, y nada que me colocaba la canción

-Óscar huevon, poneme pues lo mío –le ordene al ver la demora
-si si parce, se acaba esta, pongo bam bam bilan y ahí sí ‘yo no se mañana’

Huy que bien, se viene una de los van van, esa me la bailo con la monita –pensé yo

¡Vaya sorpresa! La que yo pensé que iba a ser ‘este amor que se muere’ o ‘abre que voy’, resultó siendo un reggaetón horrible, hay reggaetones que me los aguanto, que incluso me gustan; pero este es horrible, no dice nada, pero nada es nada. Es como un mensaje subliminal, porque al bailarlo, la gente entra en un ataque epiléptico de gran envergadura.

-bam bam bilam, bam bam bam bilan. Bam bam bilam, bam bam bam bilan –es la repetición de la repetidera. Si decían que ‘gasolina’ de Daddy Yankee no decía nada, esta le gana por lejos. Por allá como que menciona algo de bin laden, pero no recuerdo bien, tanto: bam bam bilam me dejo bam bam biloso. Me costó trabajo volverme a mí mismo, eso es peor que escuchar cinco horas seguidas el ‘chacarrum’.

A eso, súmele el desespero que produce ver como se baila. A duras penas se mueven, no le veo sentido: el hombre parado haciendo nada, produciendo movimientos tan agiles como los que debe de estar haciendo Fidel Castro. Ella, quien se inclina como lo hago yo para estirar los músculos antes de un partido, pone su trasero en la parte intima de él. Ambos, agobiados de tanto bam bam bilam, esperan en la misma posición los cuatro minutes que por promedio dura un disco. No hacen nada más, si mucho el hombre se muerde el labio un par de veces. Pero ya, en esas se la pasan. En eso consiste el dichoso baile.

Siendo así, prefiero ser un viejito, pero uno de esos bien chéveres.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Don ético

Un saludo muy especial para @caesmemi... tu followersecreto

Al empezar la semana, me sentí un poco diferente, como renovado, algo raro había pasado en mí. Y no es por que me haya convertido a una religión extraña ni nada de eso -bueno, en sí todas son extrañas-; por mi lado, yo sigo siendo un… como decirlo… aunque el camibuso de mi colegio decía 'salesiano', no me siento como tal… yo soy algo así como… a ver, a ver… pues en facebook en el espacio de religión puse: dudas católicas; pondré católico a secas cuando la iglesia y mi abuela –o alguna de las dos- acepten que Jesús machucaba con María Magdalena, no pido más, solo eso.

Ahh ya, decía que me sentía raro porque me tocó terminar de bañarme con agua fría, pues, no se porque no subía la caliente, me dio una piedra… ¡y un frio!

A regañadientes y sacando la valentía que tengo escondida por allá entre mis huesos logre terminar de enjuagarme.

Al salir de mi hogar tomé la repentina y no tan buena decisión de salir a la autopista a coger el Blancoynegro -después les contaré esa historia.

Muy a las nueve de la mañana Salí feliz de investigación hacia el salón de ética, no feliz porque iba para ética, sino porque había salido de investigación. Aunque aquí entre nos, debo confesar que me gusta ir a ética, el profesor es hasta chévere –no le vayan a contar que dije esto porque después se sube el hombre-, a pesar de ser ética; de que hay un par de personajes que mantienen hablando cosas incoherentes, o por lo menos para mi; a pesar de que se tocan temas poco interesantes, por lo menos para mi; y de que poco sé de Platón, de Aristóteles y todos sus secuaces. A pesar de todo eso, el profesor hace que la clase sea un toque amena; él y un par de amigos con los que me rio todo el rato; él, un par de amigos con los que me rio todo el rato y los otros quienes participan de la clase con aportes que a mi ignorancia y a mi nos da mucha risa.

Ya que lo veo así, me doy cuenta que me encanta la clase de ética.

Los lunes me toca en un segundo piso, cuando empecé a subir las escaleras, vi que una compañera bajaba. Aunque se me hizo muy extraño, no pensé que se debiera a algo raro. Cuando llegué al salón y vi que teníamos que ir a un auditorio para asistir a un foro, lo primero que pensé fue: vieja tan chimba, me hizo subir para nada.

Como soy un chico que sabe perdonar –en ocasiones-, me dirigí hasta el dichoso auditorio haciendo como si nada hubiera pasado.

Al llegar, inquieto por saber de que trataba el foro, fui hasta donde estaba el profesor

-y que profe ¿de que es esta recocha, foro que diga?
-de la dosis personal, de la legalización de la droga- me respondió
-¿Que? –dije yo, pues guardaba la esperanza de que fuera de algo más interesante, como debatir si Laura Acuña debería o no llorar en televisión, o que si el Dr. Afanador debería o no presentar muy buenos días, cosas así.
-si, sobre droga –me dijo
-bueno profe, si vamos a hablar de prohibiciones ¿por que no hablamos sobre prohibirle jugar futbol al pipa? Mire que es por su bien (el de él) no vaya que vuelva a hacer un gol de chimbazo y le de un patatús en la celebración.

No me hizo caso y me mando a sentar.

Allá, sentadito yo, muy juicioso, aguardé hasta que les diera por iniciar el foro –estaba que me foreaba.

De repente un man cogió el micrófono

–ve, vino kraken a cantar –le dije a mi amigo Mateo
-no, ese no es ningún kraken
-ahh ¿Martin de Francisco entonces? –seguí
-no loco -ese es un profesor de la U
-¿del partido de la U?
-no huevon, de la U, esta U

Ya me iba a salir, pues ese partido me gustaba solo porque estaba Gina Parody.

Al iniciar, lo de siempre, un profesor expuso argumentos a favor, otra profesora los expuso en contra, y cuando acabaron, permitieron que los alumnos dieran su punto de vista.

-el primero sale con algo de Platón, la madre si no –pensé en mi exterior, o sea, quise pensarlo pero termine diciéndolo. Me pasa muy a menudo.

No acababa de pensarlo –decirlo- y ya había pasado. Aunque no dijo nada de Platón, fue peor, salio con una vaina ahí que ya le había escuchado a Benedetti, Armando Benedetti.

El mansito ese dijo que no podían prohibir la dosis mínima, que por que ser drogadicto es una enfermedad. Por ende, si esa es la idea, que deberían de prohibir el azúcar para los diabéticos, los chocolatines para los gordos...

-y el papel higiénico para los que tienen hemorroides –complemente yo

Las otras intervenciones fueron de lo mismo, un vaivén de argumentos poco interesantes -por lo menos para mi- porque otros estaban en su salsa, no creían en nadie participando y citando frases de sus autores favoritos.

Algo que me pareció particular fue que cuando comenzaban a hablar, la gente decia primero su nombre.

-buenos dias, yo soy Víctor Mallarino –es un ejemplo- y opino que... blablabla –se regaban a hablar de un poco de cosas ahí.
-buenos dias, mi nombre es Diego Motta –otro ejemplo- me pueden decir pillo y yo pienso que... blablabla

No entiendo por que lo hacían, si no nos interesaba lo que decían –a la mayoría-, mucho menos nos iba a importar sus nombres.

De repente, se me ocurrió la idea hacer una pequeña intervención, todo sea por el blog –pensé yo- pues mi intención era pedir el micrófono y decir que tenia un blog, que se los recomendaba; no se, algo así en aras de que supieran del blogsito.

Así pues, con el corazón acelerado y las bolas en el cuello, levante la mano y me trajeron el micrófono.

1, 2, 3 probando probando –eso lo hice en la mente, tampoco soy tan boleta

-ehh buenos días –dije- por razones de seguridad no voy a dar mi nombre -cambie de decisión, creí que no era el mejor momento para hacerle publicidad al blog.

De inmediato, en todo el auditorio lo único que se oyó fueron carcajadas

Yo lo dije sarcásticamente para parodiar las intervenciones anteriores, no para dármelas de importante ni nada de eso.

Ya con la mirada de todos lo presentes sobre mí, seguí con mi humilde intervención.

-bueno, la verdad es que soy muy ajeno al tema –seguí mientras me intimidaban las miradas de los asistentes, es que soy muy tímido- pues como no soy ningún soplete, ni me va ni me viene si prohíben la dosis personal o no. A lo que no puedo ser ajeno –proseguí- es a imaginarme este país con una eventual legalización de la droga, pues, como muy bien lo han denunciado ‘séptimo día’ y mi parcero Pirry –si, él es amigo mío, aunque aún no lo sabe- en Colombia, sobretodo en Cartagena, se ve lo que ellos han denominado ‘narcoturismo’: que es que los gringos y europeos vienen a Colombia a drogarse y a comerse a las negritas, con todo el respeto –me toco decir, porque no había acabado de decir ‘negritas’ y ya una compañera afro descendiente me había mirado como un culo.

Y si eso es así ¿Cómo seria cuando la droga sea legal? Sin lugar a duda este fenómeno se incrementaría notablemente. Cosa que no es tan grave, pues la economía del país aumentaría y la población mejoraría un poquito –porque no nos digamos mentiras: una cosa es un hijo entre dos negritos, y otra, muy distinta, es un hijo entre un europeo y una negrita- así bien, hay que verle el lado positivo a todo.

-por eso –seguí diciendo- desde mi ignorancia no puedo decidirme hacia una postura definida, pero si me inclino hacia la No Legalización. Es que no me imagino en pleno centro la gente ofreciéndole un cachito a uno, si son así de intensos con los tenis ¿Cómo serán vendiendo droga libremente?

Con eso terminé y de inmediato otra oleada de aplausos, no creía en nadie, y es que no era para menos: había hecho la mejor intervención de la mañana, aunque como todas, ésta tampoco sirvió para nada, pero bueno, al menos se rieron.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Cosas que pensé mientras veía el partido de Uruguay

· ¿Por que Viafara y no Zúñiga?
· ¿Por que Ramos y no Marín?
· ¿Por que Viafara no piensa?
· ¿Por que Guarín siempre se quiere meter por donde no cabe? Si fuera calvito de pronto, pero con ese greñero…
· ¿La canción favorita de Viafara es ‘la casa en el aire’? porque todos los balones los tiraba allá
· ¿Por qué el árbitro es Andre Agassi?
· ¿Por que el juez de línea parece un círculo?
· ¿Por que los de caracol se empeñan tanto por cantar los goles del contrario con el alma?
· ¿Por que los de amarillo se dieron cuenta tan tarde que teníamos uno de más?
· ¿Por que Lara nunca se dio cuenta que teníamos uno de más?
· ¿Sabia Lara que los de Colombia eran los de amarillito?
· ¿Por que los comentaristas siempre saben como ganar el partido?
· ¿Por que lo dicen después de haberse acabado el partido?
· ¿Que le habrá dicho Lara a Teo?
· ¿Quien le enseñó a hacer tacos a Viafara? En si ¿Quién le enseñó a jugar futbol?
· ¿Por que no convocan al pipa? Al menos haría la concentración mas amena, concentración entre comillas, porque ¿Quién podría concentrarse viendo al pipa?
· Cuando los de caracol juegan a ser técnicos ¿Quién gana?
· ¿Lara también juega?
· ¿Alguien amamantó a Amaranto?
· ¿Quien le puso ‘miñia’ a armero?
· ¿Jugaría igual Jackson si se llamara Luis?
· ¿Y si le diera vitíligo? ¿jugaría más?
· ¿Seré hijo de Giovanny Hernández? Porque el talento es el mismo
· ¿perder es ganar un poco? ¿Qué tanto?

martes, 8 de septiembre de 2009

En busca de Javier

'cita con Sergio' crónica de elhijodeyaneth (o sea yo) destacada en http://www.soho.com.co/Home.aspx

Si usted le pregunta a un universitario como le pareció la semana que pasó, este sin duda le dirá que fue para el olvido, de las peores que le ha tocado en los últimos meses. Todo por una simple -no tan simple- razón: primeros parciales. A eso súmele que ésta crisis está bastante económica, que el calor de ésta ciudad se vuelve cada vez más insoportable, y uno que otro problemita que nunca falta.

Esta columna –ohh mai gad, eso son palabras mayores, que pena dar tanta lora pero es que aún no me acostumbro. Si antes no creía en nadie diciendo que tengo un blog, ahora menos que digo que soy columnista, así sea de mi propio blog- no es acerca de los parciales, aunque muy pronto los sorprenderé con un manualcito, manualsito o manualito -no se como se dice, el caso es que es un manual chiquito- de cómo prepararse para un parcial, tan efectivo como el que hice del MIO la vez pasada, el cual ya se que lo están aplicando.

El caso es que esta columna, o crónica, mejor columna, aunque se van a dar cuenta que es crónica, pero columna da mas contundencia, pero en sí es una crónica… bueno, digamos que es una crónica en una columna o algo así, llámenla como quieran.

La palabra publicación resumiría todo, pero no, me resisto a bajar de columnista a ser de nuevo un publicador de blogs.

El pasado domingo me pasó algo muy curioso, me levante muy temprano, a eso de la 1:00 pm, desayulmuerce y cuando ya me disponía a bañarme, sentí esa sensación como que de algo me faltaba.

Yo era: ¿ohh que será, que será? Todo parecía estar en su orden, pero aun así, no me sentía completo. Pensé que era el futbol, pero el torneo de Carvajal ya se había acabado y el paisa no me volvió a llamar para jugar con el equipo del papá. También, que era el oficio, pero el aseo ya lo había hecho.

-seguro es algo del estudio –llegue a pensar, pero no soy muy bueno mintiéndome a mi mismo, por eso descarté de una esa posibilidad.

Después de tanto echarle cacumen a la vaina, recordé que esa extraña sensación era por que no había comprado El Espectador. Como era posible que se me estaba olvidando ir por ese periódico después de haber esperado tanto a aquel domingo. La razón: volvió el juego ’¿donde esta Javier?’, y es que como cosa rara, a mi ya se me había olvidado comprar el primero que salió. Así que no me podía quedar sin el segundo.

Muy a las tres de la tarde y con el calor característico de este horno de ciudad, salí en busca de El Espectador.

Primero fui a la tienda de la esquina

-señora ¿tiene El Espectador?
-¿Cuál?
-El Espectador –creí que había hablado bien claro, igual le repetí
-espere veo –me dijo- ahh si, El País
-noooo, El E-s-p-e-c-t-a-d-o-r! –con semejante calor, y esta cucha haciéndose la sonsa
-ahh no, ese no

A una cuadrita hay otra tienda, así que fuí hasta allá

-doña socorro ¿tiene El Espectador?
-no
-a bueno, gracias –ojala todas fueran así de practicas

Otra cuadra más allá hay otra tienda, donde ‘atiende’ un man con pura cara de puño -al comienzo pensé que tiene ganas de estornudar, pero después comprendí que es que el mansito es así.

-Viejo ¿tenes El Espectador?
-¿Quién es ese? –me dijo
-ehh… gracias

No le respondí como acostumbro porque no es mi estilo buscarme dolores chimbos. Seguí mi travesía y fui a otra tienda que queda como a dos cuadras, donde tampoco vendían El Espectador.

Cansado de caminar se me ocurrió la brillante idea de ir a la fija –eso pensé yo- y me pegue el viajado hasta a Mercar, el supermercado aquel que queda en la galería, obteniendo otro no como respuesta. Se me hacía imposible que en ningún lugar vendieran al viejo Espectador.

Desilusionado volví a mi hogar y llame al ‘fi’ (se lee fai, si no sabe quien es, lea ‘cita con Sergio’ ahí lo mencioné) –uff ¿si ven como los engancho?- pa’que me llevara a algún semáforo a comprarlo, no me podía quedar sin buscar a Javier.

Primero fuimos a Olímpica, donde tampoco lo vendían. Eran como las 3:30 pm y los voceadores por ningún lado, cosa que me parece el colmo, esta crisis bien económica, y estos muérganos con horario de gerente pues, no no no, a trabajar, a trabajar.

Al fin fuimos a un quiosquito de esos donde el 80% de las cosas que venden son revistas de porno –ay no se hagan, ustedes saben de cuales, o si no, pregúntenle al padrecito de su iglesia, ese lo asesora mejor que cualquiera.

-amigo ¿tiene El Espectador?
-si claro
-¿y trae a Javier?
-mijo, Espectador sin Javier no es Espectador –salió filosofo y todo el cuchito ese
-ok
-lleve el de hace ocho días –me dijo el Fi
-¿tenes el de hace ocho días? –le pregunté al viejito
-si
-¿y trae a Javier?
- mijo, Espectador sin Javier no es Espectador
-ahh verdad

Me fui pa’ mi casa feliz de haber obtenido lo que quería, y por partida doble, si creí que conseguir el de ese domingo iba a ser difícil, pensé que conseguir el del pasado iba a ser imposible.

Al llegar al hogar, con marcador en mano me dispuse a buscar al viejo Javi, quien estaba bien escondido el hijuemadre ese, casi no lo encuentro, con decirles que me quemé ahí la media neurona que me quedaba.

Cuando lo encontré, a él y a 21 pistas más, me dio dizque por leer los términos y condiciones del concurso, encontrándome con que este no se puede enviar sino, hasta el siguiente viernes correspondiente al domingo de cada publicación, o sea, perdí los 3 mil pesos del primero, y mi media neurona la invertí pa’nada. Lo peor es que el viejo ese no me dijo nada. A este me lo marraneo y le vendo El Espectador anterior sin decirle nada –pensó él

Viejo marica

lunes, 31 de agosto de 2009

Como triunfar en el MIO

Hace un par de años, hablar de Cali era sinónimo de hablar de salsa, del chontaduro, de las tres cruces, de los Rodríguez o de Juanchito. Pero hoy en día, para hablar de Cali, sin lugar a duda hay que hacer referencia del MIO.

Para nadie es un secreto que el MIO es la falsa esperanza del desarrollo de una ciudad que ha sido terriblemente perjudicada por las malas administraciones que no han hecho mas que robarse la plata, nuestra plata –la plata mía de mi mamá-

De ante mano digo que no tengo nada en contra del MIO, por el contrario, de verdad me parece que es algo que necesitábamos los caleños desde hace mucho tiempo. También, cabe aclarar que no soy usuario de este, solo lo he utilizado un par de veces, las suficientes para analizarlo y sacar un par de hipótesis de cómo sobrevivir al tan temido monstruo azul.

Si uno es estudiante universitario, por lo regular siempre sale mal librado. Pues, si en la infinita suposición uno logra coronar puesto, uno no se ha terminado de sentar y ya lo están parando.

-uich, dele el puestico a la señora, mire usted tan joven, tan lleno de vida, ni que estuviera cansado- le dicen a uno

Y uno como que… no que va, solo estoy en semana de parciales, acostándome tipo tres de la mañana, levantándome re temprano, aguantándome clases tan jartas como ética, no he comido un culo, me he mamado medio viaje parado… pero no, no estoy cansado, para nada.

-claro, bien pueda mi señora- termina uno diciendo

A uno le queda como la espinita, ¿si se lo merecerá? Mínimo es de esas viejitas cansonas que no se la aguanta es pero nadie allá en el barrio, que joden por todo, esas que meten en chismes a cualquiera, que pecan mas que uno y que piensan que ya tienen ganado el cielo que por que mantienen metidas en la iglesia.

Ahh y sin decir que no creen en nadie que porque el curita se les sabe el nombre… ayy esos curitas… cosa seria.

Pero bueno, en esta oportunidad no me voy a referir a estos chicuelos que tanto me caen bien.

En esta ocasión me quiero tomar el atrevimiento de recomendarles unos tipsitos para que su estadía en el MIO sea lo mas amena posible.

Empecemos desde el principio –obvio, ni modo que uno empiece desde el final, aunque podría ser, uno nunca sabe- cuando uno va de la U a la casa, siempre le toca esos alimentadores llenísimos –que ironía, uno siempre se monta ahí con culo de hambre- en el caso concreto a los de la UAO. Pues es la ultima universidad a la que llegan a recoger a la people.

Aprovecho para sembrar una inquietud que tengo ¿Qué ganan dejándolo a uno como a dos cuadras de la estación? ¿Qué pasa cuando esta lloviendo? ¿Qué se mojen por maricas cierto? Quién los manda no, si no les gusta que compren carro.

Entrando en materia, mis queridos amigos, si corona puesto a mitad del recorrido, apenas lo haga, hágase el dormido. Pero antes échese un bostezo bien grande, que suene duro para que todo el mundo lo oiga, o para que al menos sientan ese aliento a papa sucia que algunos se mandan a eso de las 12:30 –yo también me mando mis sandwichitos con salsita de ajo, pero que quede entre nos-.

El caso es que apenas corone puesto, sea a mitad de camino, o sea porque allá en estación Universidades voleó puño y pata a la loca para conseguirlo –ojo, no es que agarre a pata a una pobre loquita, no, es un decir-. Apenas se siente, a hacerse el dormido se dijo, eso no hay viejita cansona que valga. Lo malo, y ojo a esto: es que como uno si va bien mamado, a contrario de lo que piensa lo otra gente, es factible que uno se quede dormido de verdad.

Lo digo por experiencia, la otra vez iba lo mas de relajado en el MIO sentado adelante, y no fue por volear pata, ese no es mi estilo, solo fue simple sentido común: Salió una ruta tetiadisima a la cual no me quise montar, y dos minutos después, salió la misma ruta lo más de vacía. Yo, ni corto ni perezoso me dispuse a sentarme en el primer puesto del bus –si no es así no ocupo un primer puesto nunca- al lado de la ventana, pues iba a tomar un par de foticos para el parcial de fotografía.

Todo iba bien hasta cuando se subió una señora cargando a un niño, y como el bus ya iba lleno, yo ya había hecho mi preámbulo, un par de bostezasos bien duro, y en cuanto vi a la señora, con el dolor de mi alma cerré mis ojitos y me hice el dormido. Ahh, que me desperté por allá cerca a la 14 de calima es otra cosa, pero no me dejé parar de nadie.

Otra, mis queridos lectores, es que cuando no coronen puesto –suena raro verdad: uich, me corone el puestico- y vayan acompañados, confabulicense con alguien para lograr que le cedan el puesto.

La vuelta es la siguiente:

Primero, ponga una cara bien hedionda para que su amigo le pregunte:

-y que huevon ¿como seguiste de esas churrias que tenias la otra vez?

A lo que usted debe responder algo así como:

-no marica re mal, eso nada que se me quita, yo creo que es esa tal porcina

-¿será? –preguntará el amigo

-claro, si le dio a my president ¿Por qué a mi no?

Si eso no funciona, no se, invéntese otra cosa, pregúntele a su amigo que como siguió de los ataques epilépticos, cosas así. En el peor de los casos, bájese en la próxima parada –si nunca ha montado, no diga: en la esquina por favor, yo se que es chiste viejo, pero no falta el panguano-, vuelva a estación universidades y saque el Tayson reprimido que tiene dentro, eso si, sin morder orejas, a mi me haría un favor, pero por su bien no lo haga allá: la gente a veces no se limpia bien las orejas. Es mas, quien quita y le haga eso a Julio Nava, se le devuelve y termina usted sin nariz. Y si hay algo mas malo que irse parado en el MIO, es sin duda, irse parado y sin nariz.


*Mami, no te enfermes más porfa, no ves todo lo que tengo que hacer cuando salgo de la U hacia imbanaco -entre otras-

lunes, 24 de agosto de 2009

Acto de Redención

De verdad lamento mucho que la publicación anterior haya despertado tantas susceptibilidades. Siempre hubo peros en mis columnas (llamadas antes como publicaciones), pero esta vez si recibí muchos peros respecto al vocabulario, pero, cabe anotar, que estos peros vinieron más que todo de los adultos mayores, quienes parece ser que no están acostumbrados a que la gente hable las cosas como son, como si no hubieran conocido a Garzón.

Uno de los reproches vino directamente de mi madre. Ella se indignó mucho por lo que escribí en mi pasada columna –uff ‘columna’, se oye hasta importante y todo- y era de esperarse, esa no fue la educación que recibí de ella, los hijueputazos no me los enseñaron en mi casa, ni más faltaba. Los aprendí en el colegio. También allá me brindaron la oportunidad de aprender a decir marica, pues les recuerdo que salí de un colegio de puros hombres, no de hombres puros.

Voy a aprovechar esta segunda oportunidad que me da la vida para retractarme de lo dicho. Es que eso es lo mío: aprovechar segundas oportunidades, en retractarme no tengo mucha experiencia, pero bueno, vamos a hacer el intento.

Nadie me pidió retractarme, pero creo que tengo la responsabilidad moral para hacerlo. Aunque bueno, no retractarme como tal, pero si decirlo de la forma que lo debí haber hecho desde un comienzo.

Vamos por partes

El comentario de Daniel Samper es verídico. Que de pronto lo haya escrito por hacerme sentir bien o algo por el estilo, eso es otra cosa, pero de que lo dijo, lo dijo.

No he comprado los boletos para Sudáfrica, ni marica que fuera, yo sé que no vamos a clasificar, por eso ahorro es para ir al mundial de Brasil (que quede claro que me estoy diciendo marica a mí mismo, no estoy irrespetando a nadie)

Padre Chucho: de verdad me arrepiento mucho el decir que tus misas son aburridas, antes al contrario, todas las misas son aburridas menos las que haces tú. Tienes algo que hace especial tu eucaristía, posees una magia sin igual. Me encanta como juegas a ser la estrella de la televisión, ese lenguaje tuyo tan cool, te metes tanto en el papel del súper sacerdote, que en ocasiones casi logro creerte. Con decirte que estoy esperando a que te comercialices más y lances tus misas al mercado en formato DVD, las compraría de una.

Aquí quisiera hacer un paréntesis para comentarte que me parece re chévere que ya te hayas involucrado en la estafa esta de mensaje de texto. Y es que tú estas para eso, para jugar con la fe de la gente y enriquecerte a punta de huevones y ovarionas, ¿como no se me pudo ocurrir a mí? Es un negociazo: solo comparado con el de Murcia Guzmán, o con el de los hermanos Uribe.

Aun así, sigo pensando que en cuestión de curas, las mejores son las de Hansaplast.

Quiero dejar en claro que yo me refería a los jugadores de esta selección: la actual, la que perdió contra Venezuela, la que nos humilló como nación.

A lo que voy es que lamento profundamente el haberles dicho lo que les dije, fui muy injusto con ustedes. En serio, para mí no son unos hijueputas, para mí lo que son es unos setenta hijueputas. Solo por las razones que di aquella vez: por habernos irrespetado como nación, nada más. No de la forma literal, no conozco a sus madrecitas, por ende, no es mi intención decir que sean ‘chicas traviesas’, para nada, antes me imagino de que deben de ser unas santas.

Debo confesar que no conforme con todo eso que nos hacen, en ocasiones el corazón se impone sobre la razón y termino creyendo todavía en ustedes, soy de los tantos que esperamos que en la ultima fecha Brasil pierda con Bolivia; Chile empate con Ecuador; y que Perú golee a Paraguay. Pero muy en el fondo confío en que no me defraudaran, que al final, cuando se acabe la eliminatoria, le demostraran al país que de verdad son unos setenta hp (pongamos pues ‘hp’ como para que suene más bonito, a la gente le incomoda menos que uno ponga ‘hp’, a que ponga hijueputa, como si no significara lo mismo)

De los comentaristas deportivos la verdad no quiero hablar, todos conocemos como son, como hablan, como se expresan; sabemos que no sirven para nada, que hablan por hablar, que tienen un reprochable uso del lenguaje, que siempre tienen un jefe a quien seguir. Que por lo regular es calvo, petulante y se le asigna el estatus de doctor. ojo: no he dicho nombres, pero seguro se les vino a la mente uno en especial.

Se autodenominan eminencias del deporte y creen que solo lo que ellos dicen es la absoluta verdad.

Podría gastarme una columna entera hablando sobre ellos, pero no, son tan poca cosa que no se lo merecen, aunque lo voy a pensar, sería un tema en el que todos vamos a estar de acuerdo.

Ya para terminar. Se que lo que he dicho se puede decir con un vocabulario mas moderado, de que todo el mundo se merece respeto y todo el cuento. Pero me rehúso a no decir las cosas como son, como las siento, y si es necesario el emplear palabras inadecuadas para expresarme tal cual como deseo, no dudaré en hacerlo. Infortunadamente me dormí el día en que en la iglesia dieron la cátedra de respeto. Pero antes de dormirme, recuerdo muy bien que oí algo acerca del amor, escuche de voz del padrecito de turno ‘amaos los unos a los otros’, me tomo mucho trabajo el entender muy bien que quería decir con eso, y mas aun, el porque hablaba en primera persona. Sin embargo, gracias a El Tiempo –el periódico- logré captar a que se refería en aquella ocasión, si saben de qué estoy hablando no. Ay padrecito, te tengo pillado picaron.

*Mami se que cuando te dije que me iba a retractar pensaste en algo tal vez un poco diferente. Lo siento, hice mi mayor esfuerzo.

sábado, 15 de agosto de 2009

A mis queridísimos jugadores de la selección

‘Me metí, lo leí y me gustó: hágale, dele para adelante que tiene muchísimo talento.
Eso sí: no se parece a mí, de lo contrario no sería tan elogioso... Abrazo’ Daniel Samper Ospina

Como fanático del futbol que soy, me encuentro en una encrucijada terrible. Pues, por un lado, espero ansiosamente que nuestra selección pueda clasificar al mundial del 2010, a tal punto, que ya compré los boletos de avión hacia Sudáfrica –jumm, que va-. Pero por otro lado, soy consciente de que no hay conque, que con este equipo no tenemos como ganar todos esos puntos que faltan por conseguir –ni donando los que tiene acumulados mi mamá en el EXITO- Lo peor de todo, es que mínimo llegamos a la ultima fecha con un pequeño chance de participar en el que es quizás, el mejor espectáculo deportivo del planeta –ya me los imagino a todos diciendo: solo es que le ganemos a Uruguay, que Brasil pierda con Bolivia, que Chile empate con Ecuador, y que Perú golee a Paraguay, nada más.

Toco este espinoso tema porque me parece un total vituperio los dos partidos amistosos que disputó Colombia la semana pasada, uno contra El salvador, y el otro, dizque contra Venezuela.

Me parece inaudito que la selección programe partidos ‘de preparación’ contra rivales de esa calaña –vamos a quedar preparadísimos-. Es que uno no sabe que pensar, si es bueno enfrentarse contra potencias futboleras para que nos humillen, nos bailen y nos pisoteen; o si es mejor jugar contra equipitos chimbos para poder ganarles y subir nuestro autoestima –el problema se da cuando estos equipos chimbos suben su autoestima a costa de nosotros, cuando nos convertimos en el equipo chimbo, de los que para nosotros son equipos chimbos, hasta yo me enredo pensando en eso, es una vaina compleja.

De la recocha contra El Salvador (dícese del arte de suponer que se juega un partido de futbol) poco me quiero referir, pues no le puse cuidado, hasta me quede dormido viéndolo. Es que un partido malo puede llegar a ser tan letal como una misa del padre Chucho. Después me enteré que ganó Colombia, pero por cómo se dio el resultado, es totalmente reprochable el no haberles metido una pela ni la hijuemadre.

El otro partido si que fue peor, el disputado contra nuestro país ‘hermano’ –Bolívar: que irresponsable fuiste. Para esa gracia no nos hubieras independizado-. ¡Como se nos ocurrió perder contra Venezuela!, con ‘chamolandia’ se puede perder una guerra, el respeto, la soberanía, los 6.100 millones de dólares que le vendemos al año, el Vichada, no sé, cualquier cosa; menos un partido de futbol, eso sí que es una deshonra ¿Dónde queda nuestra dignidad? Eso debería dar cárcel, es un irrespeto para con la patria.

Otra cosa que debería dar hasta pena de muerte, es que los señores narradores celebren los goles del adversario como si los hubiera hecho su propio hijo, no sean maricas –y me perdonan la palabra- pero cuando le hacen un gol al equipo de uno, uno se enoja, uno se pone bravo, uno putea, uno hasta llora. Pero no, estos ‘doctores’ –¿quién diablos les dijo a ellos que eran ‘doctores’?- gritan a todo pulmón cuando nos hacen un gol a último minuto.

Lo peor es que no se saben los nombres de los jugadores, le dicen Armero a Falcao García; confunden a Carlos Darwin –un negrito flaquito, chiquitico y bien feíto- con Yepes –un mansito blanco, con barba y súper alto- ¿será que antes también se equivocaban diciéndole Higuita al Pibe? Raro no seria. Y eso que no hablo de cuando se les da por narrar partidos de Inglaterra o algún equipo asiático. Ya se imaginaran la pronunciación de estos tipejos. Si se equivocan en español, ¿Cómo serán narrando un partido entre Pakistán e india?

Señores comentaristas deportivos: ustedes no saben de futbol, dejen de hablar babosadas; retírense, cédanle el puesto a las futuras generaciones. Anímense, el ancianato los espera.

Dizque doctores, doctora mi abuela que le para a uno una diarrea a punta de matas.

Señores jugadores: no sean hijueputas y suden la camiseta, están representando a todo un país, dejen de jugar como niñitas. Parece como si no les pagaran, y muy bien que si lo hacen. La próxima vez seria excelente que los llevaran en bus a Estados Unidos, a ver si asi siguen jugando como lo vienen haciendo.

Y los más importante: a partir de ahora queda terminantemente prohibido perder contra Venezuela; Ecuador; Bolivia; Nicaragua y/o contra cualquier país cuyo gobierno apoye a los terroristas de las Farc. Quiéranse un poquito, bien jodidos que estamos, y ustedes dándoles mas alegrías a la guerrilla. Sean más serios.
He dicho

pd: no se olviden de votar

sábado, 8 de agosto de 2009

NEURODRAMA: diatriba de un publicista en el lugar equivocado

De antemano me disculpo por la demora, no había podido escribir esta semana porque primero, tenía mucha indecisión respecto al tema de la nueva publicación, es que a medida que evoluciona el blog, este coge más importancia, más respeto, y sobre todo, nuevos lectores –así que ya no puedo salir con tantas babosadas tal y como me lo había propuesto cuando cree este espacio-. Segundo, como ya no estoy en vacaciones, no gozo de las mieles del desocupe, por ende, el día a duras penas me alcanza para ir a la U, dormir en la tarde, leer un poco, ver los payasos del factor X y por supuesto, mi serie favorita. Pero no se preocupen, me he obsesionado tanto con este Blog, que les aseguro que voy a estar escribiendo durante mucho tiempo.

El pasado miércoles, mientras faroleaba por la Universidad, me encontré a un parcero que trabaja en el ‘Neurodromo’, un programa que realiza mi queridísima U y que se trasmite por nuestro canal regional –de nuevo Telepacifico involucrado en mis singulares infortunios-. El viejo Michi me repartió un volante y me dijo que estaban buscando presentador para el programa, que si quería, que fuera el jueves a un casting al estudio de televisión.

A mi amigo allá en la U –a quien por razones de seguridad vamos a cambiarle el nombre en esta publicación, vamos a llamarlo… que se yo… Mateo, supongamos que se llama Mateo- le quedó sonando la idea. Y es que no nos digamos mentiras, el hombre tiene el porte, la pinta, el carisma, esa presencia que se necesita para ser un presentador de TV. En cambio uno… uno es consciente de que cautiva mas a la audiencia como libretista, director, productor, no sé, algo que sea detrás de cámara.

-Loco, hagámosle –me dijo Mateo
-No parcero, yo pa’ eso no sirvo
-Hágale viejo, quien quita que estén buscando alguien como usted –insistió él
-jajaja, no parce, más bien como usted –lo anime yo- si quiere lo acompaño
-listo, de uvas, mañana vamos

Al otro día, hice lo mismo de siempre: levantarme tarde –si alguien sabe de un despertador bueno, favor recomendarlo, necesito uno de esos que no se desactivan ni a bala-, bañarme, vestirme, desayunar a la carrera y salir a coger el bus a la luna –no vuelvo a irme en el transouth ni a bate-.

Al llegar, todo normal, cogí el ADN –no para leerlo, ese periódico es paupérrimo, lo único bueno es el sudoku, y eso, porque a veces lo ponen durísimo-. Muy a las 9:00 salimos de inglés, y nos fuimos para el estudio de TV. Estando allá, le tomaron los datos a Mateo y le dieron un libreto; a pesar de ser solo una hojita, fue durísimo de aprender, me consta porque a pesar de que utilice con él mi súper método de aprendizaje –es bastante bueno, ¿o no Matiu?- el wn ese no pudo aprendérselo completo, y es que era de esperarse, solo le dieron como 20 minutos al pobre.

A medida que pasaron los minutos, fueron llegando las niñas que también querían audicionar, muy simpáticas por cierto –si así van a todos los castings, pronto haré uno para que sean la imagen de mi Blog-.

Cuando mi amigo entro al estudio a presentarse, se me acerco el viejo Michi a decirme:

-Y que Juliancho, también vas a hacer el casting
-No parce, usted y yo sabemos que yo no sirvo para eso
-Hágale wn, quien quita que quede –me animó él
-Parce dígame la verdad, ¿usted cree que yo tengo el perfil que están buscando?
-La verdad, no

A las otras viejas las despachaban rapidito, en cambio, con Mateo se demoraron bastante, fue tanto, que Michi decía que seguro le está yendo re bien, que a nadie lo habían demorado tanto. Le dije que fuera a ver, y cuando volvió, solo dijo: ‘mk, ese man tiene mucha memoria, los tiene impresionados’. A pesar de que me dijo solo a mí, las demás personas lo escucharon y se asustaron, comenzaron a decirle que si solo buscaban a un presentador, o si era presentador y presentadora.

Cuando acabó, ya era hora de la siguiente clase, fuimos a Fotografía y cuando salimos, mientras hablábamos de cositas varias, me dijo que porque no hacia el casting, que eso no era cosa del otro mundo y que los manes que lo hacían eran re bien. Después de pensarlo bien, acepte ir al casting, más por escribir sobre eso, que por la esperanza de quedar.

Al llegar ya había menos gente que la que estaba cuando fuimos la primera vez. Ahí estaba el viejo Piter, otro parcero que estudia comunicación social y que también tiene el porte, el registro, el perfil como de presentador –ojala y nunca lea esto, después quien se lo aguanta-. Me tomaron los datos y dije que estaba listo, pues me aprendí el libreto cuando le estaba ayudando a mateo a aprendérselo.

Mientras salía el que estaba audicionando, le dije a Piter que si quería ver como lo iba a hacer, pues iba a entrar era a recochar, no iba a coger el casting enserio. Como el libreto empezaba ‘hola, bienvenidos al neurodromo’ yo hice ese ‘hola’ como el ‘hola’ que hace Vicky Dávila en ‘la cosa política’. Jajajaja de una todos soltamos la carcajada. Y eso no es nada, una frase era sobre lo que le esperaba al futuro ganador, esa parte, la hice al estilo Luis Miguel, mirada de re ojo y señalando a la cámara.

Por supuesto que eso era ahí, entre nosotros, no pensaba ir a hacer esas payasadas frente a una cámara, vaya y después aparezca en YouTube.

Cuando entre al estudio, me pregunte ¿yo qué diablos estoy haciendo aquí? Aun podía arrepentirme, pero no, no lo hice, tome aire y seguí adelante. Me puse al frente de tres personas, dos manes y una vieja, de los manes, solo conocía al director, Luis algo Ronderos.

-Hola Julián, ¿cómo vas? –me saludo la vieja como si nos conociéramos de infancia
-Bien, bien, ¿y ustedes qué?
-Uff esos tenis están una chimba, ¿Cuánto te costaron? -dijo el director, como queriendo romper el hielo
-Los ahorros de todo un año –les respondí
-Ahh veo, ¿y por qué no te los compro tu papá?
-Porque no tengo –le dije yo
El man se sintió como mal, porque de una dijo que empezáramos con el casting, pero el casting ya había empezado, la cámara estuvo grabando desde el momento en que entre.
-1, 2, 3, acción
-Hola! –juemadre, se me salió el Vicky Dávila, mientras no se me saliera el Luis Miguel, todo estaba bien- bienvenidos al neurodromo – hasta ahí me acordé, me quedé en blanco, no sabía que mas decir, se me olvido todo por completo.
-Corte, Julián estas presentando un programa, necesitamos más acción, más entusiasmo –me dijo el director
-Ok
-Dale de nuevo

A medida que avanzaba en la presentación, se me iba olvidando lo que seguía, fue un fiasco total, decía media frase y me tenían que dar pie para seguirla. Tal fue el fracaso, que no me dejaron ni terminar, solo les falto decir: ‘lo haces bien, pero no eres lo que estamos buscando’. Yo creo que llegaron a sentir pena ajena, tal era mi desconcierto, que no supe por donde salir, me tuvieron que indicar hasta donde estaba la salida.

Al salir, de una sentí un poco de miradas expectantes.

-¿Como le fue?- me pregunto Mateo
-No mk, re mal, se me olvido todo

En la vida he hecho muchísimos osos, pero este sin duda, es un fuerte candidato para pelearse el oso más grande. Definitivamente, como presentador, soy un buen Bloguero